«…SOIS LA SAL DE LA TIERRA… SI LA SAL PIERDE SU SABOR, ¿CON QUÉ SERÁ SALADA?» (Mateo 5:13)

Cristiano No seas mediocre

Contentarse con ser mediocre es un fracaso en la vida. ¿A quién le interesa lo mediocre? Ni leemos libros ni hacemos películas sobre ello. Las personas mediocres son como la sal que ha perdido su sabor. Jesús dijo que «…será echada fuera…» (Mateo 5:13b). La sal debe curar, conservar, irritar y sazonar, no estar simplemente encima de la mesa para «hacer bonito».

Para poder cambiar algo, ¡tienes que superar la mediocridad! Cuando Jesús dijo: «Vosotros sois la sal de la tierra» (Mateo 5:13), Él quería decir: «Si te echo encima de algo y ese algo no cambia, no sirves». Imagínate llegando al final de tu vida, viendo la muerte de frente y pensando: ¡Nada de lo que he hecho ha servido para algo!».

Jesús podía decir al final: «…he acabado la obra que me diste…» (Juan 17:4b). Tener éxito significa convertirse en lo que Dios quiere que seamos, hacer lo que Él quiere que hagamos, y poseer aquello que el Señor quiere que poseamos. Cualquier otra cosa es sinónimo de mediocridad. Ten cuidado: Tu necesidad de sentirte aceptado te llevará a querer «adaptarte». No puedes permitirte el preocuparte por eso. Cuando te preocupas por adaptarte, estás perdiendo la oportunidad de hacer algo que nadie ha hecho anteriormente. Dios nunca hace duplicados ni siquiera duplica los copos de nieve o las huellas dactilares; Él busca originales, ¡no repeticiones! Si ya ha hecho algo, ¿por qué tendría que repetirlo?

Así, pues, ¿qué cosas disfrutas haciendo? ¿Qué cosas te gustaría hacer mejor? ¿Qué te hace sentir más realizado? Descúbrelo, desarróllalo, y empieza a hacerlo con todo tu ser. Cuando así lo hagas, ¡serás cualquier cosa menos mediocre!