«CONSIDERAD A AQUEL… PARA QUE VUESTRO ÁNIMO NO SE CANSE HASTA DESMAYAR» (Hebreos 12:3)

El Agotamiento – Parte 2

Ayer hablamos sobre cómo evitar el agotamiento físico, pero es igualmente fácil experimentar el agotamiento mental y emocional. ¿Cuál es la respuesta? Escucha: «Considerad a Aquel… [su estilo de vida y sus enseñanzas] para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar» (Hebreos 12:3). Eso significa:

(1) Deshazte de tus propias ideas

«transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento» (Romanos 12:2b). ¿Has notado alguna vez cómo algunas personas cuando se meten en una montaña rusa, cierran los ojos, aprietan los dientes y esperan a que termine el viaje, mientras que en los primeros asientos aquellos a quienes les gustan las emociones fuertes disfrutan cada subida y bajada con los ojos completamente abiertosí Todos ellos van en el mismo viaje, ¡pero sus actitudes son totalmente diferentes! No siempre puedes controlar lo que te sucede, pero puedes decidir cómo responder a ello. Por ejemplo, escogiendo ver los problemas como oportunidades para crecer, hace que te desarrolles en lugar de que te agotes.

(2) Haz ejercicio físico

Recuerda: «el ejercicio físicoŠ es provechoso» (1 Tim. 4:8). ¡Piensa en todas las cosas que haces y que no tienen valor! No tienes que conducir 40 minutos hasta llegar a un gimnasio y luego ¡esperar 30 minutos para subirte a la cinta de caminar durante 20 minutos! ¡Empieza a salir a caminar! Un paseo animado no sólo es bueno para ti físicamente, sino que hace maravillas mentalmente. ¡Vamos, huesos perezosos, moveos!

(3) Practica la afirmación de las Escrituras

Pablo escribió: «La palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros» (Colosenses 3:16). Pero antes de que eso pueda ocurrir, debes sembrar tu mente con las Escrituras, y luego meditar en ellas hasta que comiencen a echar raíces y a crecer en tu interior. De esa manera estarán allí cuando las necesites.