«CREE EN EL SEÑOR JESUCRISTO, Y SERÁS SALVO…» (Hechos 16:31)

¿Eres importante? ¿o insignificante? ¡Puedes ser salvo!

Si depositas tu confianza en Jesucristo, se salvará tu espíritu y tu vida cambiará para siempre. Existen cientos de testimonios de personajes famosos que lo hicieron. Tales como William Gladstone, uno de los mejores primeros ministros del Reino Unido, cuya vida fue transformada por Dios. Abraham Lincoln nos relata en sus cartas de que en Gettysburg, el día en que pronunció su famoso discurso, él también nació de nuevo del Espíritu de Dios. Martín Lutero había sido muy religioso toda la vida, como Nicodemo, sin embargo no había experimentado el nuevo nacimiento hasta que fue tocado por este versículo de la Biblia: «…El justo por la fe vivirá» (Romanos 1:17).

Escritores rusos como Fedor Dostoievski y León Tolstoi han descrito cómo el poder del Espíritu Santo transformó completamente sus vidas. Hombres como Chuck Colson, ayudante personal del presidente Richard Nixon y autor del popular libro Born Again (Nacido de nuevo), han hablado de cómo el nuevo nacimiento cambió radicalmente sus vidas. Ya sea que vivas en una mansión o en una choza de barro, tú también puedes ser salvo.

Cuando el carcelero de Filipos le preguntó al apóstol Pablo: «¿Qué debo hacer para ser salvo?» éste no le dio una disertación teológica, sino que le dijo sencillamente: «Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa» (Hechos 16:31). Fíjate bien: no sólo puedes tú tener salvación hoy, sino que además a través de tu vida y testimonio toda tu familia puede ser ganada para Cristo, si se arrepiente (2 Pedro 3:9). ¡Piensa en lo diferente que serían las cosas si sucediera eso! ¿Significa que tienes que entenderlo todo? No, pero puedes experimentar el cambio si depositas tu confianza en Cristo en este día.