«ADEREZAS MESA DELANTE DE MÍ EN PRESENCIA DE MIS ANGUSTIADORES» (Salmo 23:5)

Jesús te invita a que vuelvas

Cuando los pastores encuentran nuevos pastos, una de las cosas con las que deben de tener cuidado primeramente es con las víboras, unas serpientes pequeñas de color marrón que pueden salir de repente de sus escondrijos y matar a las ovejas con su veneno. Y eso es lo que nuestro Pastor ha hecho por nosotros. Él se ocupó de Satanás, la vieja serpiente, y ha preparado «mesa en presencia de (mis) [nuestros] angustiadores» (Salmo 23:5). Ha hecho por nosotros lo que hizo por Pedro: nos ha invitado a tener comunión con Él a pesar de nuestros fallos.

¿Ves al tipo escondido entre las sombrasí Ese es Pedro, y aunque pronto predicaría a las multitudes, esa noche estaba llorando. ¿Qué es peor: el que negara a Jesús, o que prometiera que nunca lo haría? El negarle una vez ya era malo, pero… ¿tres vecesí Y nosotros somos exactamente como él, ¿no es cierto? Escucha lo que decimos a veces: «He dejado ya todo eso. Ya no voy a perder más tiempo con la gente que no me conviene, con esos pasatiempos, o placeres que me hacen daño. He aprendido la lección; puede ser que otros no, pero… ¡yo sí!». Oh, ¡cómo nos jactamos, y cuánto lo sentimos cuando caemos!

Pero hay buenas noticias: ¡Dios permite cambios de rumbo! Tres días más tarde, cuando Jesús resucitó de la muerte, el ángel dijo: «id, decid a sus discípulos, y a Pedro, que Él va delante de vosotros a Galilea» (Marcos 16:7); «y a Pedro». El que más le había fallado fue el único de los discípulos que fue nombrado. Cuando Pedro llegó a la orilla esa mañana, vencido y cansado, el fuego estaba encendido, la comida preparada, y Jesús estaba diciendo:

«Venid, comed» (Juan 21:12). ¿Has fallado en gran manera? Jesús te invita para que vengas, comas y renueves tu comunión con Él.