«…ABRIÓ JOSÉ TODOS LOS GRANEROS… Y LO VENDÍA A LOS EGIPCIOS…» (Génesis 41:56)

Las 4 clases de dadores en la Biblia – Parte 4

Los Dadores de granero

Dios usó a José para alimentar a las naciones en una época de hambruna en la tierra. Cuando los consejeros del faraón no pudieron interpretar su sueño, José lo hizo. De hecho, le propuso un plan a Faraón que no sólo alimentaría el país de Egipto durante los siete años de hambre, sino también al resto del mundo; y además, el faraón saldría de aquella crisis mucho más enriquecido.

Cuando sirves a Dios, Él puede darte información acerca del futuro; te pueda conceder no sólo la sabiduría para sobrevivir, sino también para prosperar en medio de la recesión. Sin embargo, esa relación con Dios no va a fructificar de la noche a la mañana.

El camino de José al trono de Egipto le llevó por años de demora, desvíos y desánimo. Su familia lo traicionó, la esposa de su amo lo tentó y luego lo difamó, lo metieron en la cárcel siendo inocente y pasó años preguntándose si Dios cumpliría la promesa que le había dado de ponerlo en autoridad.

José nunca dudó de Dios; ni tú tampoco debes hacerlo. Si Dios pudo tomar a alguien tan arrogante en sus principios como José y hacerle el primer ministro de Egipto, no existe obstáculo ni enemigo que le impidan cumplir las promesas que te ha hecho.

Resumiendo:

Si eres un dador de saco, «considera tus caminos» y pon a Dios el primero en tus finanzas.

Si eres un dador de tinaja, «no temas»; da y Dios te lo devolverá.

Si eres un dador de cesta, coloca todo lo que tienes en las manos de Dios y verás cómo Él lo multiplica.

Si eres un dador de granero con un deseo de satisfacer las necesidades de un mundo herido, nada de lo que hagan tus enemigos podrá detenerte.