«NUESTRO DIOS, A QUIEN SERVIMOS, PUEDE LIBRARNOS…» (Daniel 3:17)

Cómo hacer frente al fuego de la Prueba – Parte 2

Sadrac, Mesac y Abed-nego eran esclavos de por vida. No podían ganar nada desafiando al rey. Entonces, ¿por qué lo hicieron? Porque él les había ordenado
que violaran sus convicciones al postrarse delante de su imagen pagana. Sin duda ellos podrían haber dicho: «Mejor un perro vivo que un león muerto. Si seguimos con vida, podemos hacer algo bueno para Dios y los demás». Ese razonamiento nos habría «vendido» a la mayoría de nosotros, pero no a ellos. ¿Por qué?

¡Porque ellos entendieron que Nabucodonosor no era la razón de su éxito! Él pudo haber sido el instrumento que Dios utilizó para bendecirlos, pero no era la fuente. Las bendiciones de ellos provenían de Dios – y entendieron que uno no puede abandonar los principios de Dios y seguir manteniendo las bendiciones de Dios. ¿Por qué entristecer o desobedecer al Único que controla todas las cosas para llevarse bien con alguien que solamente cree que controla todo?

Siempre habrá personas en tu vida que piensen que son lo suficientemente importantes para controlar tu futuro. Pero tú tienes mejor criterio, ¿verdad? «Nuestro Dios… puede librarnos… de tus manos, rey…» (Dan. 3:17). ¡Dios controla nuestros resultados! Él es mayor que aquellos que creen que controlan nuestros desenlaces. Al negarse a inclinarse, cuando esto parecía ser su única opción, estos tres esclavos tuvieron una influencia radical en un rey pagano y volvieron los corazones de una nación entera hacia el Señor.

No está mal, ¿verdad? Ahora bien, tal vez tu influencia no será tan amplia, pero hay algo con lo que puedes contar: hay otros observando que ¡recibirán un gran
impacto por la posición que tú tomes!