«-¡MUJER, GRANDE ES TU FE! HÁGASE CONTIGO COMO QUIERES» (Mateo 15:28b)

¡Cristiano No te rindas sigue adelante!

Escucha: «…una mujer cananea… comenzó…: Señor… Mi hija es gravemente atormentada… Él… dijo: …soy enviado… a… Israel… No está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perros. Ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perros comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces, respondiendo Jesús, dijo: ¡Mujer, grande es tu fe! Hágase contigo como quieres» (Mateo 15:22,24b,26b,27,28).

Esta mujer no era israelita; sin embargo, insistió y consiguió lo que las personas de confianza, ésas que son cómodas, pierden a menudo por ser conformistas. ¡Hablando de obstáculos! En primer lugar, Jesús no quiso contestarle. Después, dijo que lo que Él tenía era sólo para los de la casa de Israel (ver 24b). Finalmente, dijo: «No está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perros» (26b). Pero ella no quiso callarse, ser relegada o desanimada. Escúchala: «¡Señor, socórreme!» (25b). No pidió por lo que se merecía, clamó por lo que necesitaba. Como resultado, Jesús rompió todos los precedentes, quitó todos los obstáculos y contestó a su súplica. Y si tú persistes, ¡Él hará lo mismo por ti!

En realidad, esta mujer le dijo a Jesús: «Que los hijos tengan el pan; todo lo que yo necesito son las migajas». La gente de iglesia desaprovecha y desperdicia «el pan», se queja del él, incluso no se presenta para recibirlo, pero las personas desesperadas recogen «las migajas» ¡y encuentran la vida! Saben que si hay poder en «el pan», lo hay también en «la miga»; y cuando lo único que puedes conseguir es «una miga», eso es todo lo que precisas. Entonces, ¿qué es lo que necesitas de Jesús hoy? ¿Cuánto lo anhelasí Sigue insistiendo; ¡no te rindas!