3 Tres pruebas para la Evaluación de la recompensa

«LA OBRA DE CADA UNO, SEA LA QUE SEA, EL FUEGO LA PROBARÁ» (1 Corintios 3:13b)

¿Cómo evaluará y recompensará Dios lo que hayamos hecho por Él durante nuestra vida? Creo firmemente que Dios lo hará mediante tres pruebas:

(1) La prueba de la intimidad

La vida que Dios recompensa no es una vida de logros fuera de una relación personal con Él. Jesús dijo que a menos que permanezcamos en Él y obedezcamos sus mandamientos, no llevaremos fruto para Él (ver Juan 15:5).

Él elogió a una iglesia por sus buenas obras, pero después la condenó debido a que no había mantenido vivo su amor por Él.

Escucha: «Yo conozco tus obras, tu arduo trabajo y tu perseverancia… Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor» (Apocalipsis 2:2,4).

(2) La prueba del motivo

Escucha: «Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los Cielos» (Mateo 6:1).

¿Cuál debería ser nuestro motivo? Servir al Señor y darle gloria. Incluso en lo común como comer y beber se puede dar gloria a Él (ver 1 Corintios 10:31). Por otra parte, nuestros actos más religiosos no tienen valor si nuestro motivo es hacer resaltar nuestro propio ego y reputación.

(3) La prueba del amor

Escucha: «Amad… a vuestros enemigos, haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y vuestra recompensa será grande…» (Lucas 6:35).

Cuando se trata de las buenas obras, ¡el por qué es siempre más importante para Dios que el qué!

La Biblia nos advierte: «Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis la recompensa completa» (2 Juan 8). Deberías orar constantemente: «Señor, guarda mi corazón en rectitud y mis intenciones puros».