¡Hola, adulador Cristiano!

Tal vez el titulo te suene un poco raro, pero lee el versículo siguiente:

«…PROCURAMOS… SERLE AGRADABLES…» (2 Corintios 5:9)

Antes de que un avión despegue, el asistente te dice que si hay problemas, debes fijar tu propia máscara de oxígeno antes de intentar de ayudar a otros con la suya. ¡Esto es de sabios! A menos que recibas bastante oxígeno, ¿cómo vas a ayudar a otrosí ¿Están cubiertas tus necesidades espirituales y emocionalesí

Si no, es hora que dejes de cuidar a otros y empieces a cuidar de ti mismo antes de que te agotes. No puedes «viajar» por la vida tranquilamente esperando que los demás suplan tus necesidades. Habla sin miedo, o si no, lo que harán es seguir dándote más problemas y responsabilidades. La supervisión personal empieza cuando tomas control de tu vida. Las personas sobrecargadas fracasan; siempre ha sido así y siempre lo será. Fracasan en su matrimonio, su ministerio y su dirección. Fracasan como padres, en su relación con otros y profesionalmente.

Eres como un avión: si llevas demasiado equipaje, no podrás despegar. Motivado por la necesidad de complacer o de impresionar,
tomarás demasiada carga y al final no lograrás llegar a las alturas que Dios planeó para ti, o te estrellarás porque ignorabas tus limitaciones.
Cada situación que surja no precisa tu atención. Jesús dejó a la multitud para estar a solas con su Padre. ¿Creó esto crítica en la muchedumbre? ¡Sí! ¿Disfrutó de la comunión con su Padre? ¡Sí! ¡Y tú también tendrás que tomar la misma decisión! La gente que no reconoce lo que necesitas ni respeta tus propósitos, te drenará, te desviará y te mantendrá «en el suelo». ¿Y cuál es la solución? Da lo que puedas, aprende a decir: «Basta ya», y después, ¡»despega» y «vuela»!