«TODO AQUÉL QUE LUCHA, DE TODO SE ABSTIENE…» (1 Corintios 9:25)

Una vez, una agencia hizo un anuncio de un Rolls Royce que dijo: «A unos 100 kilómetros por hora, el mayor ruido es el del reloj eléctrico». Cuando presentaron el anuncio a un ejecutivo de la compañía, éste sonrió y dijo: «¡Supongo que tenemos que hacer algo con ese reloj!». ¡Nunca dejes de intentar de mejorar!

En el momento que empieces a creer que tienes bastante éxito o que eres lo bastante inteligente para «dormirte en los laureles», ¡tienes problemas! Has marcado un límite a tu potencial... La Biblia dice:[highlight] «¿Has visto un hombre cuidadoso en su trabajo? Delante de los reyes estará, no delante de gente de baja condición (Proverbios 22:29). [/highlight]El éxito pertenece al que se presenta temprano, se queda hasta tarde, hace más de la cuenta y sigue preguntándose: `¿Puedo mejorar?’.

Un día, un joven le preguntó a Henry Ford: «¿Cómo puedo llegar a ser famoso y tener éxito?». Ford le contestó: «Decide lo que quieres y después, persevera en ello. Nunca te desvíes de tu rumbo -no importa el tiempo que haga falta o lo mal que esté el camino- hasta lograr tu objetivo». Todo el mundo quiere lo que tienen las personas de éxito, lo que pasa es que ¡simplemente no quiere hacer lo que hacen ellas para lograrlo! Sin importar las veces caigan, se levantan de nuevo y empiezan otra vez.

Paul J. Meyer dijo: «El 99 % de aquéllos que caen no es realmente derrotado; simplemente abandona». Así que, niégate a abandonar. Oh, y una cosa más: «Encomienda al Señor tus obras… y tus pensamientos serán afirmados» (Proverbios 16:3).