¡Todo lo que necesitas es una «semilla»!

«…SI TENÉIS FE COMO UN GRANO DE MOSTAZA, DIRÉIS A ESTE MONTE: ‘PÁSATE DE AQUÍ ALLÁ, Y SE PASARÁ…» (Mateo 17:20)

Cuando estás luchando contra una «montaña» de enfermedad, deuda, soledad o depresión, es fácil albergar esperanzas derrotistas de cómo acabarán las cosas, basado en tus experiencias del pasado. También porque vivimos en una «…(G)[g]eneración incrédula y perversa… (versículo 17), esto significa que tenemos que luchar continuamente contra las actitudes negativas de nuestra cultura, los medios de comunicación, el sistema educativo, el lugar de trabajo, y hasta nuestros amigos. A no ser que reconozcas esto, te puede deprimir diluyendo y contaminando tu fe. Por esta razón necesitas alimentar diariamente tu fe con la Palabra de Dios.

Observa que Jesús no se refiere aquí a una montaña que encontraste hace años, o a algún asunto en el futuro. No. Él dijo: «di(réis) a este monte…» (versículo 20b). ¡Él quiere que practiques tu fe hoy! Escucha otra vez: «…si tenéis fe como un grano de mostaza… nada… será imposible» (versículo 20b). Una semilla de mostaza es tan minúscula que puede quedar atrapada entre tus dientes. No obstante, la Biblia dice que aunque es «…la más pequeña de todas las semillas…» bajo las circunstancias correctas puede llegar a ser un árbol lo bastante grande para que las aves aniden en él (Ver versículo 32).

La fe dada por Dios es como un gigante dormido dentro de cada uno de nosotros; cuando se despierta, ocurren milagros. Si te queda un solo «átomo» de fe, tienes lo que necesitas para prevalecer. Pero esta clase de fe solamente funciona cuando llega a ser tu «idioma» y actitud. El enemigo no quiere que lo sepas, porque entonces no pensarás solamente en lo que está pasando, sino más bien en lo que es posible.