¿Como Establecer Relaciones Maravillosasí

«.EL FRUTO DE JUSTICIA SE SIEMBRA EN PAZ PARA AQUÉLLOS QUE HACEN LA PAZ» (Santiago 3:18)

Para establecer relaciones fenomenales e influenciar a otros para Dios, debes hacer dos cosas:

(1) Valorar mucho a la gente

Reconócelo: si estás obsesionado contigo mismo, construir buenas relaciones no será una prioridad para ti. Tienes que valorar mucho a las personas – ¡porque el Señor lo hace también! Esto quiere decir que esperes lo mejor de ellas, suponiendo que sus motivos son buenos a no ser que demuestren lo contrario, valorándoles por sus mejores momentos, y no por sus peores, y brindándoles tu amistad sin ningún compromiso de su parte, en vez de pedir la suya;

(2) Tratar de entender a la gente

Muchos de nosotros nos preocupamos por otros, pero aun así no mantenemos el contacto. A menudo es porque no tratamos de entenderlos. Las encuestas demuestran una y otra vez que el problema número uno en las iglesias (y las empresas) es el liderazgo que no está en contacto con las necesidades de los demás. Para mejorar tu entendimiento de ellos y establecer relaciones maravillosas, ten presente las siguientes verdades, y acciones que puedes tomar para salvar la brecha causada por ellos: la gente [highlight](a) es insegura, así que dale confianza; (b) quiere sentirse especial, y por eso, elógiale con toda sinceridad; (c) desea un futuro mejor, y por eso, ofrécele esperanza; (d) tiene que ser entendida, así que escúchale; (e) es básicamente egocéntrica, por lo tanto, atiende primero sus necesidades; (f) se desanima, por lo que debes animarle; (g) quiere ser asociada al éxito, así que ayúdale a ganar. [/highlight]Cuando trates de entender a las personas y a ayudarles a conseguir algo en la vida pones la base principal para obtener relaciones maravillosas e ¡influyes en la gente para el Señor!

«.EL FRUTO DE JUSTICIA SE SIEMBRA EN PAZ PARA AQUÉLLOS QUE HACEN LA PAZ» (Santiago 3:18)

Un hombre que llegó a un aeropuerto vio a un hombre de negocios bien vestido (alguien que profesaba ser un cristiano) gritando a un portero por la forma de tratar su equipaje. Cuanto más se enfadaba el hombre de negocios, más tranquilo el portero permanecía. Después de que el hombre de negocios se había marchado, el hombre que les observaba felicitó al portero por tener tal dominio propio: «Oh, no fue nada,» dijo. «Sabe usted, aquel hombre se va a Miami, pero sus maletas se van para Kalamazoo». Cuando no respetas a otros, no sólo haces daño a tu testimonio, sino a ti mismo también. En los ojos del Señor todo el mundo tiene valor. Por lo tanto, respetar a la gente es una de las maneras más eficaces de alcanzarla. Ahora bien, esto no significa que puedas exigir respeto a cambio. ¡No, debes ganarlo! Si sinceramente respetas a otros y les muestras el amor de Dios, ellos casi siempre te devolverán respeto.

El problema es que algunos de nosotros ven el trato con los demás como una transacción. Estamos dispuestos a dar sólo cuando esperamos recibir algo a cambio. ¡Comprueba los motivos de tu corazón! Asegúrate de que no intentes manipular a otros para tu propio beneficio. [highlight]Jesús dijo: «…de gracia recibisteis, dad de gracia» (Mateo 10:8b).[/highlight]

Comienza siempre una relación preguntándote: ‘¿Tengo motivos secretos para querer relacionarme con esta persona?’; ‘¿Estoy preocupada por interés personal?’. ‘¿Estoy planificando usarla?’; ‘¿Necesito que me ayude a compensar alguna deficiencia que yo carezca?’. Si tu respuesta a cualquiera de estas preguntas es ‘sí’, déjala en paz; ¡está mejor sin ti!