Cristiano Toma tiempo para soñar

«…DERRAMARÉ DE MI ESPÍRITU SOBRE TODA CARNE, Y VUESTROS HIJOS… PROFETIZARÁN… Y VUESTROS ANCIANOS SOÑARÁN SUEÑOS…» (Hechos 2:17b)

Un día, H.C. Booth estaba sentado en una mecedora mirando la puesta del sol. Viviendo en el Medio Oeste, también miraba cómo el polvo se levantaba. Mientras contemplaba la escena, comenzó a preguntarse: ‘¿Y si pudiéramos invertir el viento, de modo que aspire el polvo en vez de hacerlo volar?’. ¡Más tarde en ese mismo año inventó la aspiradora!

Edison dijo: ‘Los pensamientos que vienen sin ser buscados y pasan casualmente por la mente son generalmente los más valiosos». Dios dijo: «…derramaré de mi Espíritu sobre toda carne [¡y no sólo sobre unos pocos seleccionados!], y vuestros hijos… profetizarán… y vuestros ancianos soñarán sueños…» (Hechos 2:17b). ¿Lo has captado? Independientemente de tu edad, el Espíritu de Dios puede causar que nazca un sueño en tu corazón, una visión de lo que ha de venir. Deja de desestimarte, pensando: ‘Otros son más dignos y están más calificados que yo’.

Escucha: «…porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad» (Filipenses 2:13). ¡Puede que te sientas débil y limitado, pero el Señor que vive y obra dentro de ti no lo es! No permitas que el miedo haga que te conformes con menos que la vida que Dios te propone. ¡Adelante!, arriésgate, y alcanza, porque es el Señor el que obra en ti y desea ser glorificado por medio de ti.

El historiador Henry Taylor nos recuerda que «la visión ha encendido cada lámpara, levantado cada iglesia y negocio, realizado cada acto de bondad, y creado más y mejores cosas para más personas. Es el ingrediente invaluable de un futuro mejor». Por lo tanto, empieza a soñar, ¡y no pares!