Empieza a Creerle a Dios

«…YO SÉ LOS PENSAMIENTOS QUE TENGO ACERCA DE VOSOTROS…» (Jeremías 29:11)

[highlight]La fe intelectual dice: «¡Lo creo!», la del corazón dice: «Creo que es así para mí», y actúa en consecuencia.[/highlight]

Dios dice: «…Yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros…, pensamientos de paz..., para daros el fin que esperáis» (Jeremías 29:11). El Señor tomará todo lo negativo que te haya sucedido y lo transformará en algo positivo si sólo colaboras con Él y confías en Él. ¡Él te ofrece esplendor a cambio de cenizas (lee Isaías 61:3)!

Una señora escribió: «Me han sucedido un montón de cosas dolorosas y abusivas que han envenenado mi actitud frente a la vida. Estaba atrapada en mi pasado y no creía que tenía un futuro. Pero tan pronto como creí en la Palabra de Dios, fui liberada de mi dolor y empecé a hacer progresos hacia el futuro que el Señor siempre tenía pensado para mí».

Cuando Lázaro murió, su hermana Marta dudó que Jesús pudiera hacer algo al respecto, de modo que Él le dijo: «¿No te he dicho que si crees verás la Gloria de Diosí» (Juan 11:40). Pues bien,[highlight] ¡el Señor te está diciendo lo mismo a ti! [/highlight]Te está pidiendo que pongas tu confianza en Él y que creas que puedes hacer cualquier cosa que Él te pida que hagas.

[highlight]Su Palabra dice: «…diga el débil: `¡Fuerte soy!'» (Joel 3:10).[/highlight]

¡Cambia lo que sale de tu boca! Cuando empiezas a decir con convicción que eres fuerte, aunque te sientas débil, el Señor se hará fuerte en ti. Pablo practicaba este principio cuando escribió: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» (Filipenses 4:13).