Aprendiendo de otros según El Libro de Proverbios

«EL FAVOR DEL REY ES PARA CON EL SERVIDOR PRUDENTE…» (Proverbios 14:35)

Cada cinco años, el conocimiento en la mayoría de los principales campos científicos se dobla. Esto quiere decir que si no estás alerta, te quedarás atrás. Si repites las mismas lecciones una y otra vez, entonces es que no estás aprendiendo algo nuevo. Estudia a los que han tenido éxito donde tú quieres tenerlo para saber qué hacer y qué no hacer. El almirante Hyman Rickover dijo: «Aprende de los errores de otros; nunca vivirás bastante tiempo para cometerlos
todos tú mismo». Usa estas directrices para subir al siguiente «peldaño de la escalera»:

(1) No tengas miedo de las personas cuya experiencia y habilidad son mayores que las tuyas.

Pedro escribió: «Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros…» (1 Pedro 4:10).

Todos luchamos en ciertas áreas; ten cuidado para que tu inseguridad no sea mal interpretada como arrogancia.

(2) No trates de impresionar a las personas, intentando de ser igual que ellas intelectualmente.

Si te encuentras en una conversación que te intimida, escucha cuidadosamente, haz preguntas, habla sólo sobre lo que sabes y escucha con atención a lo que no sabes. La próxima vez que os encontréis, sabrás algo más.

(3) No vengas a la «clase» sin haber hecho los «deberes».

Cuando Dios empieza a llevarte más alto, prepara tu discurso, tu vestuario y tu mente. Consulta a un/a amigo/a de confianza que entiende dónde estás y dónde tienes que ir. Si no puedes encontrar uno/a, investiga hasta que captes los temas fundamentales. Salomón decía: «El favor del rey es para con el servidor prudente…» (Proverbios 14:35). Cuanto más te prepares, tantas más oportunidades te dará Dios.