Con Dios El Tamaño De La Fe No Importa

Uno de los ministerios que el Señor nos ha dado el privilegio de trabajar, es el compartir su palabra en un centro de rehabilitación contra adicciones, allí tenemos la oportunidad de ayudar a muchas personas que mantienen una batalla continua contra lo que se ha vuelto una necesidad imperante en sus organismos de consumir sustancias, tales como el alcohol y otras drogas.

Recuerdo que en una ocasión platicaba con uno de los muchachos que se encontraba internado en ese momento y me decía, yo si quiero cambiar, ya me canse de entrar y salir de este tipo de lugares, ya me canse de sufrir las consecuencias, de hacerle daño a mi familia y de que mi vida sea tan triste. Y continuó platicándome muchas cosas que había pasado a lo largo de su vida como adicto, pero al final me dijo, solo que creo que no tengo la fe suficiente para que Dios me cambie, ni tampoco las fuerzas.

No solo he escuchado una vez esta expresión, no solo con personas con problemas de adicción, sino también con muchas otras que han tenido una vida miserable por diferentes causas, incluso hay quien dice: a ustedes Dios los escucha porque tienen mucha fe, pero a mí nunca podrá escucharme. Hoy me gustaría recordarle a usted que cree que su fe es muy pequeña, lo que el Señor le dijo alguna vez a sus discípulos:

Lucas 17:6 “Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería.”

El tamaño de la fe tiene una importancia relativa, lo que realmente importa y trasciende es en quien depositamos esa fe, sabemos que existe un Dios del cual habla la Biblia que es omnisciente, omnipresente y omnipotente.

Si esa pequeña fe que usted tiene la pone en las manos de ese Dios, tenga la seguridad que podrá mover todos los sicómoros que estén en su camino, el Señor además le proveerá de valentía y de fuerza transformando su vida de manera radical, aun cuando haya quien le diga que no se puede.

Dele hoy al Señor lo poco que le quede y él se encargará de elevarlo a un nivel exponencial, haga lo posible y el Señor hará lo imposible, haga lo fácil y él hará lo difícil, haga lo ordinario y él hará lo extraordinario, haga lo que sus límites le permitan y él pondrá en su vida lo ilimitado, de un pequeño paso hacia el camino correcto y el Señor lo llevará a su reino.

Dios les Bendiga.