No deje pasar nunca más la oportunidad de anunciar la paz

En una ocasión le pedí al Señor que pusiera en mí esa pasión por las almas que fuera inquebrantable, una pasión que me llevara a compartir su palabra a quien fuera que se me pusiera delante, que me quitara la pena de hablar.

Pronto mi Señor respondió, estaba en casa cuando me sonó el celular, me llamaba una persona con el fin de extorsionarme, me dijo que fuera de mi casa estaban dos vehículos con personas armadas que iban por mí, y que si no hacía lo que él me diría, me lastimarían a mí y a mi familia.

Mi respuesta fue la siguiente: “Usted es la respuesta a una petición que recién hice a mi Señor Jesucristo, le pedí que me diera la oportunidad de hablarle de él a cualquier persona que me diera la posibilidad, por lo que le agradezco que hoy me haya llamado, porque quiero decirle que Dios le ama y que está esperando por usted, le dice a través mío que no importa lo que usted haya hecho o el mal que haya causado, si usted se arrepiente hoy y le acepta como Señor y Salvador, él tiene para usted una nueva vida, pero lo más importante es que le regala por gracia su salvación”

El silencio se apoderó del auricular, pude apenas escuchar un gran suspiro y la voz del otro lado me respondió: “Gracias por haberme dicho todo esto hermano, nadie antes se había tomado el tiempo para hacerlo, siempre me han tratado como basura, pero escúcheme con atención, desde este momento lo estoy borrando de esta lista y nunca más le volverán a molestar” y me reitero ¿si me entendió?, nunca más lo volverán a molestar, de eso me encargo yo, y me lo repitió de nuevo al menos tres veces más.

De pronto se le quebró la voz y me dijo “Gracias de nuevo porque hoy sé que mi vida cambiará”, y yo le respondí, “que Dios le bendiga y si ha creído solo tiene que decírselo a Dios y tenga la certeza que le escuchará”, al instante colgó y nunca más recibí otra llamada, tal cual él lo prometió.

Cuantas oportunidades hemos tenido y no hemos aprovechado para llevar las buenas nuevas a las almas perdidas, recuerde esto:

Romanos 10:14-15 “14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? 15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviadosí Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!”

Le invito a que no deje pasar nunca más la oportunidad de anunciar la paz, es nuestro compromiso y obligación con el Señor, dar de gracia lo que de gracia hemos recibido.

Dios les bendiga.