La Desfragmentación Divina En La Vida Del Cristiano

En las computadoras, en especial en su disco duro, ocurre un problema que se llama fragmentación, esto es el almacenamiento no contiguo de los archivos de acuerdo a lo mencionado en Wikipedia.

Yo lo he entendido mejor cuando he visto gráficamente el proceso empleado para corregir este problema que se denomina desfragmentación, en el gráfico que presenta el computador al realizarlo, muestra cómo se van acomodando pequeños cuadritos en los espacios vacios, esto porque hay archivos cuyas partes estaban esparcidas en diferentes partes del disco duro y se van uniendo para quedar en espacios contiguos.

Al realizar la desfragmentación conseguimos que la navegación entre los archivos sea más ágil, porque se logran poner en orden y se eliminan los espacios vacios.

Digamos que en términos más simples la fragmentación es como si tomáramos un libro, le desprendiéramos las hojas y las lanzáramos al aire, quedando esparcidas en la habitación, obviamente cuando quisiéramos hacer una consulta o leerlo, nos llevaría mucho tiempo encontrar el orden de las hojas, pues el proceso de desfragmentación es precisamente reunir todas las hojas, poniéndolas de nuevo en orden, lo cual nos facilitaría el uso del libro en un futuro.

Hoy le pregunto: ¿En algún momento, ha tenido esa sensación de desorden dentro de su mente o de su corazón, de tal manera que le es difícil resolver aun los problemas o cuestionamientos más lógicosí, ¿Le ha ocurrido que de repente le cuesta trabajo procesar las cosas que ocurren a su alrededor y pareciera que hay muchos espacios vacios que no le permiten articular sus ideasí

Si usted ha experimentado esto sabrá que es sumamente angustiante, lleva a la desesperación y de pronto se siente abatido y abandonado, su alma está realmente contristada y ni siquiera sabe qué hacer.

En el libro de los Salmos encontramos lo siguiente:

Salmos 42:9-11 “9 Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo? 10 Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan, diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Diosí 11 ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.”

Sin duda el Salmista está atravesando uno de esos momentos, es cuando necesitamos la desfragmentación, por esa razón le dice a su propia alma “Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.”, es cuando necesitamos que nuestro Dios entre en escena y ordene el caos, es cuando lo más reconfortante será ponernos de rodillas y clamar a él, entrar en su presencia, buscar su rostro, ponernos en sus manos y permitirle que su poder se perfeccione en nuestra debilidad como dice en la segunda carta a los Corintios:

2 Corintios 12:9 “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.”

Pero así como en las computadoras es recomendable hacer la desfragmentación de manera periódica para que no se llegue al punto de experimentar las consecuencias del problema, nosotros debemos procurar acudir a nuestro Dios también de manera periódica para que a través del Espíritu Santo realice la desfragmentación divina, manteniendo en orden y sin vacios nuestro corazón y en especial nuestra alma.

Dios les bendiga.