Compartamos el amor que hemos recibido por gracia, el tiempo es hoy

Estaba un hombre parado en una esquina, evidentemente alcoholizado, envuelto con una colcha, solo usaba ropa en la parte superior de su cuerpo, el resto la colcha se lo cubría únicamente, era una mañana fresca, el estaba descalzo, su olor era realmente fétido y de sus labios salían maldiciones y pronunciaba una y otra vez la palabra satanás.

Las causas que lo llevaron a ese estado son desconocidas, lo que había en su mente no lo sé, pero podemos deducir con relativa certeza lo que no había en su corazón, muy probablemente estaba necesitado de amor.

Cuan necesario e importante es el amor, al grado que Jesús en los dos grandes mandamientos lo menciona:

Mateo 22:37-39 “37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”

El amor es la más clara evidencia de que hemos conocido a nuestro Dios, lo que nos lleva a desear intensamente un estado de paz y apoyo mutuo entre las personas que nos rodean y nuestro entorno, al grado de que en su primera carta Juan dice:

1Juan 4:7-8 “7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.”

El amor es necesario o podríamos decir indispensable para quien tiene la encomienda de apacentar y pastorear un rebaño del Señor, él mismo lo dejó claro cuando habló con Pedro antes de su partida al cielo:

Juan 21:15-17 “15 Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstosí Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. 16 Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amasí Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. 17 Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amasí Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amasí y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.”

El amor tiene un enorme poder, de tal manera que puede cubrir multitud de pecados:

1 Pedro 4:8 “Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.”

Por causa del amor fuimos creados y estamos vivos, y tenemos la posibilidad de comunicarnos con nuestro Dios y estar reconciliados con él, porque debido a su amor el envió a su Hijo para que fuésemos salvos en él:

1 Juan 4:10 “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.”

Amados hermanos, ver una vida tan deteriorada como la que hoy he visto, es muestra clara de una falta de amor, porque como bien dijo el Apóstol Pablo, si no tenemos amor nada somos:

1 Corintios 13:1-2 “1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.”

Pero esa ausencia de amor no solo es responsabilidad de la persona cuya vida se está destruyendo, sino que nos es preciso ver alrededor, probablemente no tuvo quien le enseñara lo que es el amor, posiblemente su vida fue tan miserable que no logró por sí mismo descubrirlo, probablemente nadie se ha tomado la molestia de darle una muestra de afecto, probablemente quienes tuvieron la responsabilidad de amarlo estuvieron cerca solo para mostrarle la peor cara de la vida y hermanos lo más tremendo probablemente nunca nadie le ha llevado a conocer al Dios y Padre que es en sí mismo Amor.

Ya somos millones de cristianos en el mundo, si cada día nos dispusiéramos a compartir las buenas nuevas de amor, misericordia y salvación, al menos a una persona, veríamos la misericordia de Dios extendiéndose y sin duda veríamos con menor frecuencia escenas como la que hoy vi, en que las vidas son presas de la falta de amor.

Compartamos el amor que hemos recibido por gracia, el tiempo es hoy.

Dios les bendiga.