¿Eres Rechazado Por Tu Familia?

«…PORQUE TODO AQUEL QUE HACE LA VOLUNTAD DE DIOS, ÉSE ES MI HERMANO, MI HERMANA Y MI MADRE» (Marcos 3:35)

Escucha: «…llegaron sus hermanos y su madre y, quedándose afuera, enviaron a llamarlo…»Tu madre y tus hermanos están afuera y te buscan». Él les respondió diciendo: «Aquí están mi madre y mis hermanos, porque todo aquél que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre» (Marcos 3:31,32b,33,34b-35).

¿Has experimentado el dolor de ser rechazado por tu familia? Jesús sí. Y es sobrecogedor. Te sacude hasta el fondo. La familia de Jesús le juzgó totalmente mal. Además, intentó manipularle. Comprendiendo el fracaso de ellos de entender el propósito de su vida, Jesús siguió amándoles y respetándolos, pero rehusó salir a su encuentro. Su prioridad más alta fueron aquéllos que habían venido para oír lo que tenía que decirles y recibir lo que había de darles.

A menudo, tomar tu cruz y seguir a Jesús implica malentendidos y rechazo de parte de los tuyos. Si te encuentras así hoy, ¿por qué no oras así?:

«Padre, llévame al lugar donde puedo vivir como tu Hijo, afrontando sin tapujos a los que me entienden mal, oyendo sus palabras y sintiendo el «aguijón» de sus acusaciones, y sin embargo aprendiendo a vivir ¿por encima» de ellos. Ayúdame a entender y a perdonar, sobre todo a los que cuya vida está siendo consumida por el resentimiento y incapacitada por el miedo. Llévame de vuelta al punto de partida, al lugar donde encontré la paz por primera vez en mi vida, para que -sin importar quién me pueda malinterpretar- sea capaz de seguir adelante, como tu Hijo continuó, hasta la cruz, la resurrección y la recompensa. En el Nombre de Cristo. Amén».