Jesús facilita el encuentro

Me encontraba en una reunión con algunos varones que recientemente han empezado a oír hablar de Jesús, algunos de ellos escuchan con atención y hacen algunas preguntas relacionadas con lo que se sienten capaces de cambiar y también lo que no, manifiestan las dificultades que enfrentan al encontrarse en algunos ambientes difíciles.

Pero uno de ellos hizo un comentario que me llamó mucho la atención, comentó que le era muy difícil acercarse a Dios, que de entrada no sabía cómo hacerlo y que pensaba que si lo intentaba probablemente Dios lo rechazaría, porque había hecho muchas cosas malas.

Me parece que esta dificultad la enfrentan muchas personas pero no lo externan, y es que de pronto incluso la misma palabra Dios ya es imponente, y no es para menos, estamos hablando del creador y dueño de todo lo que vemos y no vemos.

Por otro lado escuchamos decir que es un Dios que castiga, entonces cuando nuestra vida no precisamente ha sido la más santa, es muy entendible que tengamos temor.

Entonces recordé un pasaje que hoy cito:

Juan 1:35-39 “35 El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos. 36 Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios. 37 Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús. 38 Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáisí Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde morasí 39 Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él aquel día; porque era como la hora décima.”

En esta parte del Evangelio de Juan, se nos narra una escena en la que dos discípulos de Juan el Bautista deciden seguir a Jesús, ellos no da la impresión de que tuvieran temor de acercarse a él, más bien ya iban decididos a alcanzarle y hablarle.

Pero independientemente de ello, Jesús al percatarse de que le seguían decidió voltear y preguntarles ¿Qué buscáisí, facilitándoles a estos dos hombres que se iniciara una conversación que se mantuvo por horas.

Me llena de gozo el saber que Jesús siempre va a facilitar el encuentro, quizá ni siquiera has orado una sola vez, muy probablemente ni tienes claro cómo hacerlo, pero si te decides a decir la primera palabra, Jesús definitivamente te dirá otras tantas para que no te detengas y continúes hablando con él.

Probablemente nunca hayas estado en un Templo consagrado a Dios y te sientas como un bicho raro al entrar, pero debes tener la certeza que como diste ya los primeros pasos, Jesús volteará y te dirá ¿Qué buscáisí, y no solo eso sino que te invitará diciendo Venid y ved, entonces te será tan fácil acercarte a él que nunca más desearas irte.

Ten confianza, Jesús te facilitará el encuentro y te hará sentir como en casa, no lo pienses más, hoy puedes dar el primer paso.

Dios te bendiga.