¿Los cristianos deben llorar?

Existe, aunque muchos lo neguemos, la duda de que si un buen cristiano debe llorar o no, sobre todo cuando hablamos de ese tipo de llanto que es duradero y que es difícil de controlar.

Ese tipo de llanto que nubla la mente y la conciencia, que no permite que podamos ver opciones ni salida, simplemente nuestro ser se entrega al dolor, no hay cabida para nada más.

Ese llanto desgarrador en el que realmente nos sentimos solos, pero si confiamos en el Señor, porqué sentirnos así, porque no ser capaces de reaccionar ante esa presión interior.

Es justamente por estas razones que se tiene la duda, aunque haya tantas historias en la Biblia en que grandes hombres de Dios lloraron, hoy quiero mostrarles un ejemplo:

1 Samuel 30:1-4 “1 Cuando David y sus hombres vinieron a Siclag al tercer día, los de Amalec habían invadido el Neguev y a Siclag, y habían asolado a Siclag y le habían prendido fuego. 2 Y se habían llevado cautivas a las mujeres y a todos los que estaban allí, desde el menor hasta el mayor; pero a nadie habían dado muerte, sino se los habían llevado al seguir su camino. 3 Vino, pues, David con los suyos a la ciudad, y he aquí que estaba quemada, y sus mujeres y sus hijos e hijas habían sido llevados cautivos. 4 Entonces David y la gente que con él estaba alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar.”

David y sus hombres enfrentaron una terrible situación, en la que no sabían siquiera si sus familias estaban vivas, era inevitable que derramaran lágrimas, pero no solo eso, era inevitable sentirse enloquecer es por ello que sucedió lo siguiente:

1 Samuel 30:6 “Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; mas David se fortaleció en Jehová su Dios.”

Y es aquí donde encontramos la diferencia entre una persona que confía en Dios y quien no lo hace, David estaba sufriendo tanto o más que el resto de los hombres, también había derramado su alma por el dolor, también estaba desesperado y aún tuvo que enfrentar la reacción de los hombres quienes pensaban acabar con su vida.

Sin embargo dice la Palabra que se fortaleció en Jehová, nosotros podemos y debemos llorar ante situaciones que causan dolor, es la manera en que nos liberaremos de la aflicción, debemos permitirnos expresar nuestros sentimientos, pero una vez que lo hemos hecho es preciso fortalecernos en el Señor y salir adelante, es preciso que consultemos al Señor para saber lo que habremos de hacer y nos dará fuerzas aun para sostener a otros.

1 Samuel 30:10 “Y David siguió adelante con cuatrocientos hombres; porque se quedaron atrás doscientos, que cansados no pudieron pasar el torrente de Besor.”

1 Samuel 30:18 “Y libró David todo lo que los amalecitas habían tomado, y asimismo libertó David a sus dos mujeres.”

No se detenga por tanto hermano cuando sienta la necesidad de llorar al enfrentar situaciones tristes y difíciles, pero recuerde después de hacerlo deberá fortalecerse en Jehová y continuar, le aseguro que el poder de Dios se perfeccionará en su debilidad.

Dios le bendiga.