Los Principios y Valores morales que enseñan las Sagradas Escrituras nunca deben pasar de moda

Una mujer que había sido abandonada con un niño le decía a un amigo, como respuesta a la pregunta de con que tanta frecuencia veía el papá al pequeño, “un día le dijo que era necesario que fuera a un viaje que quizá duraría algunas semanas y han pasado cinco años, lo que pasa es que es uno de esos hombres que constantemente tienen nuevas y mejores ideas, en algún tiempo nosotros éramos sus buenas ideas, pero después nos cambio por algo o alguien que le pareció mejor.”

Lamentablemente son más comunes de lo que quisiéramos creer este tipo de actitudes, pareciera que desde hace mucho atravesamos como humanidad una crisis en cuanto a principios y valores, hemos olvidado lo esencial, ya se ha convertido en algo urgente la necesidad de retomar lo que nunca debió pasar de moda, los principios morales básicos que se encuentran en las Sagradas Escrituras debemos enseñarlos y promover que sean enseñados por otros.

¿Dónde quedó esto?:

Efesios 5:28-29 “28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. 29 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,”

Y esto otro:

Salmos 127:3-5 “3 He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre. 4 Como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud. 5  Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; no será avergonzado cuando hablare con los enemigos en la puerta.”

Deuteronomio 6:6-9 “6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.”

Es preciso por supuesto que se prediquen las buenas nuevas de salvación porque de allí parte todo, pero también debemos ocuparnos de enseñar las Sagradas Escrituras en casa a nuestros hijos, tenga la certeza de que allí se encuentra todo lo necesario para que como humanidad seamos mejores.

Generación tras generación se ha ido heredando la despreocupación en cuanto al estudio de la Biblia, procuramos que se aprenda en todas las áreas de conocimiento, bilogía, química, matemáticas, etc., pero dejamos a un lado lo primordial, de que sirve tener grandes conocimientos en todas las áreas si no se tiene al menos afecto natural, ya no digamos amor sincero.

Hermanos nuestros esfuerzos deben aumentarse en este sentido, promovamos el estudio de las escrituras, hay muchas actividades que se pueden realizar.

Así como hay círculos de lectura donde se lee literatura clásica, así podemos hacer círculos de lectura de la Biblia, pero debemos empezar en casa con altares familiares que tengan como propósito no solo enseñar rituales, sino además que se tenga un aprendizaje real de las Escrituras.

Ya es tiempo hermanos, en especial ya es tiempo varones de que tomemos ese lugar en la enseñanza y hermanas en la dirección:

Proverbios 1:8 “Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la dirección de tu madre;”

Dios les bendiga.