Es Necesario Que El Valor De La Palabra Sea Restaurado

Con cuanto temor deberíamos usar nuestra lengua, es a través de ella que proferimos bendiciones y maldiciones, es a través de ella que nos comprometemos con liviandad y nos atamos de esas promesas, es a través de la lengua que hablamos suaves palabras de amor pero también mostramos los peores sentimientos que hay en nuestro interior.

Bien dice Santiago que la lengua es un fuego, un mundo de maldad:

Santiago 3:6 “Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.”

Aún sabiendo esto nos jactamos de controlarla y no nos medimos al hablar, cuantas palabras ociosas salen de nuestra boca en una reunión de café, al hacer sobremesa en una reunión familiar, pero aún en el templo en el altar de Dios, soltamos palabras de las cuales después nos queremos retractar.

Nuestras palabras son tan valiosas que deberíamos cuidarlas, hace no mucho veía un comercial de una película que se llama mil palabras, de acuerdo al comercial había un hombre que al agotar esas palabras moriría, por lo que hacía lo inimaginable por no hablar.

Por ello el Apóstol Pablo nos invita:

Efesios 4:29 “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.”

Así también el Señor nos advierte:

Mateo 12:36-37 “36 Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. 37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.”

Ahora bien hermanos, entendido esto yo le invito a que hable con plena conciencia y si algo ha de prometer a Dios sepa que deberá cumplirlo aún cuando le cause un gran dolor, porque es necesario que el valor de la palabra sea restaurado, siguiendo el buen ejemplo de Jefté y su hija, por un lado él cumplió en sacrificar a su hija pues había hecho voto a Jehová y su hija cumplió al regresar después de dos meses de llorar en los montes su virginidad:

Jueces 11:30-31 “30 Y Jefté hizo voto a Jehová, diciendo: Si entregares a los amonitas en mis manos, 31 cualquiera que saliere de las puertas de mi casa a recibirme, cuando regrese victorioso de los amonitas, será de Jehová, y lo ofreceré en holocausto.”

Jueces 11:38-39 “38 El entonces dijo: Vé. Y la dejó por dos meses. Y ella fue con sus compañeras, y lloró su virginidad por los montes. 39 Pasados los dos meses volvió a su padre, quien hizo de ella conforme al voto que había hecho. Y ella nunca conoció varón.”

Dios les bendiga.