Cristiano Sé Como La Palmera

«EL JUSTO FLORECERÁ COMO LA PALMERA…» (Salmo 92:12)

Si necesitas ánimo hoy, observa de nuevo la palmera.

Puedes cortarla pero no puedes matarla.

Las sustancias nutritivas que la mayoría de los árboles necesita para sobrevivir se pueden encontrar justo debajo de la corteza, de manera que cuando los cortas, se mueren. Éste no es el caso de la palmera; su fuente de vida se encuentra en el interior, por lo que puede desarrollarse bien aunque sea dañada. No dejes que problemas superficiales te descarrilen y no te rindas a pensamientos insignificantes. ¡Concéntrate en lo que Dios te prometió!

Se dobla pero no se rompe.

Las tormentas tropicales pueden arrancar la mayoría de los árboles, pero no la palmera, porque es elástica. Se dobla hasta tocar el suelo, y cuando pasa la tormenta, se endereza de nuevo, siendo más fuerte que antes. Estás hecho para doblarte pero no para romperte. Recuerda, el Señor promete «(Fortalecidos) [fortalecerte] con todo poder, conforme a la potencia de su Gloria…» (Colosenses 1:11). La disposición que Dios tiene para fomentarte siempre va en proporción directa a tu capacidad de aguante.

Sus raíces buscan la profundidad.

Mientras que las raíces de la mayoría de los árboles profundizan alrededor de un metro, las de la palmera seguirán internándose en el suelo en busca de agua. David dijo: «Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por Ti, Dios, el alma mía» (Salmo 42:1). El plan del Señor es que profundicemos, que estemos conectados a Él, y que nunca seamos desarraigados, estériles o arrancados. Si estás pasando por dificultades en estos momentos, no preguntes: «¿Por qué yo?». Más bien di: «¿Qué quieres que aprenda?». Luego, confía en Dios y ¡fortalécete a través de ellas!