El Camino Hacia Tu Destino

«ENVÍAME A DAVID… QUE ESTÁ CON LAS OVEJAS» (1 Samuel 16:19)

Escucha: «Luego mandó a decir a Isaí: ..que David se quede conmigo, pues ha hallado gracia a mis ojos». Así, cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tomaba el arpa y la tocaba. …y el espíritu malo se apartaba…» (1 Samuel 16:22-23). Si realmente quieres encontrar y realizar tu destino dado por Dios, fíjate en estas tres cosas:

(1) Cuando haya llegado el momento y estés listo, ¡el Señor vendrá a buscarte!

Él abrirá puertas y te dará favor con las personas apropiadas. ¿Quién se da cuenta de un pastorcillo que está cuidando a unas ovejasí ¡Dios lo hace! En los ojos del Señor, la fidelidad en tu asignación actual es la que te califica para la que vendrá. Por lo tanto, no te desanimes o te impacientes – solamente sigue siéndole fiel. ¡El Señor sabe dónde encontrarte!

(2) ¡Él requiere talento y un buen carácter.

El hecho de que David sabía tocar el arpa (lee 1 Samuel 16:16-18), le consiguió el puesto de trabajo. Pero en última instancia fue su integridad personal y su dedicación a Dios que le permitió mantenerlo y crecer espiritualmente, aun cuando estuvo en un ambiente hostil. El Señor sabe, aunque eres inconsciente de ello, lo importante que son las lecciones que estás aprendiendo ahora mismo para tu futuro y para su plan. Así que, ¡no lo estropees!

(3) Dios nos da asignaciones que nos hacen sentir incómodos.

David, al que Él escogió, fue llamado para servir a Saúl, que era celoso, inseguro y que estaba atormentado por un espíritu malo (lee versículo 15b). ¿Que por qué? Pues porque cuando puedas salir bien de un lugar, ¡lo conseguirás en cualquier otro sitio también! Ahora y en el lugar donde estés es donde puedes aprender a amar al antipático, y así cumplir los propósitos del Señor. Es en este sitio donde puedes «crecer en gracia» (lee con Lucas 2:52). Nota importante: ¡ése es el camino hacia tu destino!