El Secreto de Job Según La Biblia

«EN TODO ESTO NO PECÓ JOB NI ATRIBUYÓ A DIOS DESPROPÓSITO ALGUNO» (Job 1:22)

Cuando Dios llamó a Job «…el hombre más importante de todos los orientales» (Job 1:3b), se había ganado el título «a pulso». Job, cuyo nombre era sinónimo a «integridad bajo fuego», tenía diez hijos, tierras enormes, criados y una riqueza increíble. Entonces, y sin ser advertido, perdió todo, incluyendo sus hijos y su salud. ¿Cómo podría alguien soportarlo sin quedarse lleno de resentimiento? No obstante, dijo: «¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremosí» (Job 2:10b). ¿Qué secreto tenía?

Hay tres posibilidades:

(1) Reconoció el derecho del Señor de controlar los acontecimientos en su vida.

Cuando el «polvo» se había «asentado» de nuevo, Job dijo: «Aunque Él me mate, en Él esperaré» (Job 13:15). Entendió que cualquier cosa que Dios permite, al final sirve para bien (lee Romanos 8:28), así que dijo: «Yo reconozco que todo lo puedes y que no hay pensamiento que Te sea oculto» (Job 42:2).

(2) Buscó la sabiduría en medio de la adversidad.

Escucha: «…y que después de deshecha ésta mi piel,… he de ver a Dios. Lo veré por mí mismo…» (Job 19:26-27). Cuando pierdes todo lo que es pasajero, tus valores cambian radicalmente. Job quitó sus ojos del aquí y ahora, adoptó la perspectiva amplia de un futuro sin dolor y sin aflicción, y fue reforzado para manejar cualquier cosa que la vida le proporcionaba.

(3) Reconoció que su comprensión era limitada.

En vez de sentirse obligado a explicar cada porqué y por dónde, Job dijo al Señor: ¿Quién es el que, falto de entendimiento, oscurece el consejo?. Así hablaba yo…; eran cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. De oídas Te conocía, mas ahora mis ojos Te ven» (Job 42:3,5). ¿Cuál fue el secreto de Job? ¡Ver a Dios actuar en cada situación!

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