Somos Los Elegidos De Dios

«No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros…» (Juan 15:16)

Con pleno conocimiento de tus errores del pasado y defectos de tu carácter de hoy en día, Dios te eligió de todos modos. ¡Esto es pura gracia! También es una verdad difícil de creer cuando tienes un mal día o un rendimiento espiritual muy bajo. ¿Qué significa ser elegido?

(1) Ser considerado único.

Cada uno de nosotros queremos destacar, ser especial, y no uno más del montón. Y con el Señor, cada uno es alguien. En sus ojos no hay inapropiados, marginados o ciudadanos de segunda clase.

(2) Ser apreciado como una persona que tiene algo que ofrecer.

Las personas elegidas son importantes. Sus biografías se escriben y se leen porque sus historias tienen importancia. Ellas son los que establecen el Reino de Dios en la Tierra. Entiende esto: el Señor piensa que tú tienes algo que ofrecer que nadie más tiene.

(3) Ser querido por Dios.

Para las personas con un corazón vacío y un pasado doloroso, la única y verdadera base para su autoestima es la inmutable opinión que el Señor tiene de ellas y que ha sido revelada en su Palabra.

Muchas veces, ser elegido por los hombres significa que esto ocurra a costa ajena. Pero Dios no elige de este modo. No, su plan para ti no empeora la vida de otros sino que la enriquece. En el plan del Señor, los que son elegidos lo son siempre por una razón para servir. Cuando empezamos a considerarnos los unos a los otros como siendo elegidos por Dios, comenzaremos a amarnos y a respetarnos de un modo como nunca antes lo hemos hecho. Y esto cambiará profundamente todas las relaciones que tenemos.