Da Atención a Las Cosas Pequeñas Según La Biblia

«Si corriste con los de a pie y te cansaron, ¿cómo contenderás con los caballosí» (Jeremías 12:5)

¿Es real el «gigante» al que te enfrentas, o simplemente estás dejando que las cosas pequeñas se amontonen? Jeremías se alarmó al ver que su pueblo tenía dificultad con las pequeñeces. Escucha: «Si corriste con los de a pie y te cansaron, ¿cómo contenderás con los caballosí Y si en la tierra de paz no estabas seguro, ¿cómo harás en la espesura del Jordán?» (Jeremías 12:5).

Diariamente necesitas ganar ciertas pequeñas batallas, tanto si se trata de controlar tu apetito o de escoger una actitud. Satanás estudia tu historia, decide lo que puedes manejar, y como consecuencia define su estrategia. Son las pequeñas batallas las que te preparan para enfrentarte a las grandes. Antes de poder correr un maratón, debes correr los mil quinientos metros. Aborda los pequeños problemas con diligencia, y acepta un poquito dolor que eso conlleva. Entrenar es duro. Desarrolla una vida de oración, pasando cinco o diez minutos con Dios todas las mañanas; si lo haces fielmente, puede que algún día te deleites cantando el himno: «Dulce oración». En vez de sentirte frustrado por no haber leído la Biblia desde el principio hasta el fin, escoge un capítulo o un Salmo relacionado con tu situación espiritual y aplícatelo por algún tiempo. Recuerda que no tienes que entregar un informe, estás construyendo tu vida; es esa actitud de «todo o nada» la que te mantiene parado. Vuelve a las cosas esenciales, y recuerda: da atención a las cosas pequeñas.

¡Que tengas un días conforme a los propósitos de Dios!