Necesitamos Discernimiento Bíblico

«…NO CREÁIS A TODO ESPÍRITU, SINO PROBAD LOS ESPÍRITUS SI SON DE DIOS…» (1 Juan 4:1)

Con tantas novedades doctrinales insólitas, Juan aviso: «…no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios» (1 Juan 4:1). Esto requiere discernimiento. Cuando el Señor le dijo a Salomón que le daría lo que más quisiera, Salomón pidió «…un corazón que entienda para… discernir entre lo bueno y lo malo…» (1 Reyes 3:9). Así de importante es el discernimiento.

Chuck Swindoll dijo que el discernimiento «actúa como un árbitro que toca el silbato cuando se produce una falta: no se deja engañar por falsedades, ni «coquetea» con farsantes, ni «baila» con impostores o tiene una buena relación con sinvergüenzas. Un cristiano sin discernimiento es como un Boeing 747 completamente lleno que intenta aterrizar en medio de una niebla densa sin instrumentos ni radio. Hay mucho ruido, mucha potencia, y muy buenas intenciones, hasta que…» Eso lo dice prácticamente todo.

El discernimiento es un distintivo de madurez espiritual. Pablo dijo: «…(estar) [estad] firmes contra las asechanzas del diablo… ceñida vuestra cintura con la verdad [discernimiento], vestidos con la coraza de justicia» (Efesios 6:11b,14). ¿Cómo lo encuentrasí (a) De rodillas. Escucha: «Si… [te] falta… sabiduría, pídala a Dios…, y (le) [te la] será dada» (Santiago 1:5). ¡Imagínate poder contar con la aportación de Dios antes de tomar las decisiones importantes de tu vida! La puedes encontrar (b) en las Escrituras. ¿Piensas que lo sabes todo? ¡Piénsalo otra vez! David dijo: «Me has hecho más sabio… he entendido… porque he guardado tus mandamientos. De todo mal camino contuve mis pies para guardar tu palabra» (Salmos 119:98,99,100-101); (c) Rodeándote de personas que tienen discernimiento. Recuerda: «El que anda entre sabios será sabio, pero el que se junta con necios saldrá mal parado» (Proverbios 13:20). Ya que acabas pareciendo a tus amistades, elígelas cuidadosamente.