No solamente opera ¡coopera!

«…TODOS VOSOTROS SOIS PARTICIPANTES CONMIGO DE LA GRACIA» (Filipenses 1:7b)

Andrew Carnegie dijo: «A lo largo de la vida darás un gran paso en el momento que te des cuenta de que otras personas te pueden ayudar a hacer un trabajo mejor del que tú puedes hacer solo». (Después de todo, no puedes silbar una sinfonía; ¡se necesita una orquesta!) Tu futuro está conectado a ciertas personas. Sin ellas, tu destino será incompleto. Si eres lo bastante humilde como para aceptar eso, ¡tus posibilidades son ilimitadas!

Una persona clave en la Asociación Billy Graham fue su amigo de la infancia Grady Wilson. En 1948, Billy le pidió que se viniera a trabajar con él. Al principio se negó, pero Billy persistió: «Dios me ha dicho que tienes que venir a trabajar conmigo. Necesito un evangelista, alguien que me conoce a mí y a mi ministerio, alguien en quien puedo confiar».

«Yo no quería irme», recordó Wilson posteriormente. «Después de todo, ya tenía mi propio ministerio con muy buenos resultados haciendo campañas de evangelización». Pero después de orar, tomó la decisión de seguir a Billy Graham (y a Dios). Dejó a un lado sus propias metas para ser parte de las de otro hombre. Esa decisión marcó una diferencia enorme, no sólo en su propia vida, sino también en las vidas de las multitudes a las que alcanzaron juntos, hasta la muerte de Grady.

A veces, para poder realizar una labor más grande, tienes que sacrificar una más pequeña. Se necesita tanto coraje como humildad para hacerlo. Pero, ¡fíjate en los resultados! Sólo Dios sabe el impacto que Grady Wilson y Billy Graham causaron juntos. ¿Y cuál fue el punto de vista de Wilson acerca de la decisión que tomó? «¡Nunca me he arrepentido!».