¿Cómo Tener Una Relación Intima Con Jesus Cristo?

«SI PERMANECÉIS EN MÍ Y MIS PALABRAS PERMANECEN EN VOSOTROS…» (Juan 15:7)

Cuando una madre da el pecho a su bebé, es una experiencia íntima. El bebé no sólo recibe leche, sino también se está intimando con su madre en el «calor» de una relación amorosa. Podríamos decir que el bebé se está alimentando tanto en cuanto a relación como a nutrición. Esto es lo que Jesús quiso decir cuando dijo: «Si permanecéis en Mí y mis palabras permanecen en vosotros…» (Juan 15:7).

Muchos de nosotros ven la Biblia como una biblioteca de información para ser estudiada. Y el estudio de la Biblia es importante, pero cuando te alimentas de la Palabra de Dios con el deseo de llegar a conocer a la Persona detrás de la página, todo cambia.

En un libro sobre la medicina puedes leer las palabras importantes; no obstante, cuando estás enfermo, quieres que un médico te diga lo que esas palabras significan y lo que haga falta para que recuperes la salud. Cuando tienes hambre, es bueno tener menús diferentes. Pero lo que realmente necesitas es un camarero que esté disponible para decirte lo que hay en las diversas comidas y lo que recomienda. En otras palabras, quieres relacionarte con alguien que personifica la información que recibes. El propósito del tratamiento médico es tu salud y no meramente poder definir tu enfermedad. La meta de ir a un restaurante es comer y no el menú. Cuando tu meta en la lectura de la Biblia va de la información hacia una intimidad personal con Dios y dices: Señor, ¿qué es lo que me estás diciendo en realidad? -especialmente durante tiempos de necesidad espiritual- es cuando estás camino hacia la madurez.

«SI PERMANECÉIS EN MÍ Y MIS PALABRAS PERMANECEN EN VOSOTROS…» (Juan 15:7)

Ayer hablamos del hecho de que cuando un bebé tiene hambre o necesita que le cambien el pañal o esté asustado, la madre le toma en brazos y le da el pecho. De este modo, el bebé no sólo está siendo alimentado nutritivamente sino también se le provee una relación. Ahora bien, si pienses que esto es simplemente puro sentimentalismo, recuerda los estudios científicos hechos años atrás para determinar por qué murieron bebés en orfanatos que fueron alimentados regularmente. Descubrieron que morían por echar de menos unos brazos y ser acariciados porque los que los cuidaban estaban demasiado ocupados como para darles la atención individual que requerían. Aquellos niños morían por falta de contacto. Incluso cuando los hijos se hacen mayores, la familia está diseñada para funcionar de tal forma que cuando se junta, se aprovecha las comidas para relacionarse. Muchas familias podrían dar testimonio de que las comidas que comparten conjuntamente resultan ser los momentos más importantes como familia.

Todos hemos oído acerca de las personas que se enamoraron por Internet antes de haberse conocido personalmente. Esto plantea una pregunta interesante. Si dos personas que nunca se han visto antes pueden enamorarse profundamente a través de palabras escritas y terminan casándose, ¡cuánto más deberíamos poder desarrollar una relación amorosa con Cristo, a Quien nunca hemos visto, usando su Palabra viva que está escrita en nuestros corazones! Una relación de amor a larga distancia no depende de la vista sino del impacto de las palabras. Cuando dos personas se relacionan de esta manera, ellas van más allá de un mero intercambio de información; están construyendo una relación íntima. ¡Piensa acerca de esto!