¿Estás Atravesando Una Sequía Espiritual?

Mi alma te anhela como la tierra seca. Salmo 143:6

¿Alguna vez has estado en una sequía física, emocional o espiritual?. Bueno, no es un lugar divertido te lo aseguro. Empezamos a pensar que Dios se ha olvidado de nosotros. Luchamos contra pensamientos tales como que hemos perdido la puerta de la oportunidad y no volveremos a tener otra nunca más. Nuestras circunstancias parecen hablar más alto para nosotros que la Palabra de Dios, y nuestro tiempo de oración no tiene el mismo poder que antes. Podemos sentirnos alejados en lo emocional y físicamente agotados.

Independientemente del tipo de sequía por la que pasamos, es importante que tengas en cuenta cuatro principios que son verdaderos en estas situaciones:

1) Nuestra experiencia de sequía no es extraña. (2 Corintios 1:8)

Cuando sentimos «la seca espiritual» en nuestro caminar con el Señor, tenemos que recordar que esto es parte del proceso de madurez de nuestra vida cristiana. Habrá momentos de gran alegría y tristeza, tiempos de paz y de caos, momentos de duda y de fe. Dios usa todos para acercarnos a él, y para ayudarnos a crecer en la fe, incluso en tiempos de sequía.

2) Estamos aún en medio del plan de Dios para nuestras vidas. (Jeremías 29:11)

A pesar de que podemos sentir que hemos perdido algo, Dios nos tiene a cada uno de nosotros justo donde Él puede usarnos mejor. Muchas veces estamos buscando una vía de escape, y Dios quiere que mires a tu alrededor todas las oportunidades y la puerta que el ha provisto; para que seas como Cristo.

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3) No Estamos Olvidados Por Dios. (Salmo 115: 12)

Nuestros sentimientos de abandono tienen que tomar el segundo lugar en nuestra inquebrantable fe en un Dios bueno. Él nunca nos dejará ni nos abandonará, es su promesa. Somos profundamente amados y cuidados por el Señor. Nuestra fe tiene que descansar en sus promesas cuando nuestros sentimientos y circunstancias nos hacen sentir la soledad.

4) Nuestro Tiempo de Sequía Pasará. (Eclesiastés 3: 1)

Al igual que cualquier etapa de la vida, esto también pasará. Habrá momentos en el que vamos a experimentar la plenitud del gozo, y tiempos donde nuestras vidas se verán inmersas en el caos. Pero tenemos que saber que Dios cuidará de su pueblo en cada estación del año ya sea buena o mala.

A pesar de nuestros tiempos de sequía, somos bendecidos porque somos los hijos de Dios. Nuestro tiempo en la tierra es limitado y con problemas; más aún, nuestro futuro hogar en el cielo es eterno y lleno de la gloria de Dios.

ORACIÓN:

Amado Señor, ayúdame a avanzar a través de este tiempo de sequía con mis ojos puestos en ti. Mantén mi mente enfocada en tu palabra, y mi corazón conectado a la oración a pesar de mis circunstancias adversas. En el nombre de Jesús. Amén.