¿Que Impulsa al Pueblo de Dios a Dar?

Muchos de nosotros damos ofrendas monetarios a la iglesia a pesar de que no tenemos una abundancia de riqueza. La mayoría de los ministerios son bendecidos, no por las grandes ofertas procedentes de una o dos familias, pero si por el número diverso de miembros que dan más allá de su necesidad. Muchas veces el apóstol Pablo hablo de sacrificios voluntarios de las iglesias para apoyarse unos a otros, sobre todo en tiempos de hambre y persecución. Como resultado, muchas de las necesidades se suplieron y la iglesia pudo seguir haciendo el ministerio en esas áreas. ¿Que impulsa al pueblo de Dios a dar?

1) Nuestro agradecimiento por las cosas que ha hecho en nuestras vidas (Efesios 5:20).

Damos porque estamos agradecidos no sólo por las cosas materiales, pero más aún por los dones que Dios nos da. Nunca podremos dar más que Dios porque Él nos bendice en abundancia.

2) Nuestra expectativa de que Dios proveerá todo lo que necesitamos (Filipenses 4:19).

Damos porque sabemos que Dios cuidará de nosotros. Dios promete darnos en la medida que damos a los demás (Lucas 6:38).

3) Nuestro deseo de compartir con los que están en necesidad (1 Juan 3:17).

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Damos porque hemos sido bendecidos con el fin de ser una bendición para aquellos que están sufriendo. El dar a nuestras comunidades en el nombre de Cristo dice mucho de nuestra confianza y fe en Dios.

4) Nuestro amor por el pueblo de Dios en ayudarlos para construir el reino de Cristo (Filipenses 4: 14-20).

Damos con el fin de que el reino de Dios siga prosperando en la tierra. Nuestro dar a las iglesias de todo el mundo les ayuda a difundir el Evangelio, especialmente en tiempos de persecución.

5) Nuestro conocimiento de que los bienes materiales pasarán, pero lo que hacemos por Cristo permanecerá (1 Juan 2:17).

Damos porque sabemos que nuestras posesiones materiales, finalmente, llegarán a su fin. Sin embargo, cuando damos nuestra riqueza para los propósito y planes de Dios, vamos a ver los frutos de él por toda la eternidad.

ORACIÓN:

Amado Señor, quiero mantener un corazón dador para que la gente. Protégeme de las tentaciones de ser avaro y egoísta con mis bienes materiales. En el nombre de Jesús.Amén.