¿Cómo Demostrar Compasión?

BIENAVENTURADO EL QUE PIENSA EN EL POBRE (Salmo 41:1)

La compasión es un tema recurrente en la Biblia. «Y si un hermano o una hermana están desnudos y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: «Id en paz, calentaos y saciaos», pero no les dais las cosas que son necesarias ¿de qué aprovecha?… La fe, si no tiene obras, está completamente muerta (Santiago 2:15-17). Ciertas clases de personas son menos propensas a demostrar compasión que otras, por ejemplo:

1) El visionario, que no quiere que su programa sea interrumpido.

2) El diligente, cuya ética laboral se distorsiona, al pensar: «He trabajado duro para conseguir lo que tengo, tú puedes hacer lo mismo».

3) El crítico, que da por sentado de que las desgracias ajenas son siempre la consecuencia de recoger lo que se ha sembrado.

[lightbox full=»https://www.devocionalescristianos.org/wp-content/uploads/2016/07/Como-Demostrar-Compasion-4.jpg» title=»¿Cómo Demostrar Compasión de Dios?»][/lightbox]¿Cómo Demostrar Compasión de Dios? (Imagen) Compártela en tu red social favorita.

4) El inseguro, que siente que si les da a los demás, sus necesidades no van a quedar cubiertas.

5) El ignorante bíblico, que no entiende que en las Escrituras Dios ha prometido recompensas a los compasivos:

Dios bendice a los que cuidan de los pobres, y los pondrá a salvo cuando vengan las dificultades. Los cuidará y les dará vida, los hará vivir felices en la tierra prometida y no dejará que sus enemigos les hagan ningún daño. Cuando se enfermen, Dios les dará fuerzas y les devolverá la salud (Salmo 41:1-3 Biblia en Lenguaje Sencillo).

Jesús dijo: «Todo lo que hicisteis a uno de estos mis hermanos menores, a mí lo hicisteis» (Mateo 25:40, Castilian).

Una persona dijo que: «Si eres bondadoso, la gente te acusará de hacerlo por motivos egoístas; a pesar de eso, sé bondadoso. El bien que hagas hoy será olvidado por casi todos; aún así, haz el bien. Da al mundo lo mejor que tengas; tal vez nunca será suficiente; dalo de todas maneras. A fin de cuentas, quien te va a juzgar va a ser Dios, no las personas».