Integridad, ¿Cómo Vivir Siendo Integros Según La Palabra de Dios?

…SIGUE LA JUSTICIA, LA FE, EL AMOR Y LA PAZ… (2 Timoteo 2:22)

Decía un humorista: Sólo se vive una vez. Pero si lo sabes hacer bien, una vez es suficiente. ¿Cómo lo puedes hacer bien? Viviendo a diario de acuerdo a tus convicciones; si lo haces, no te lamentarás. Llevar una vida de integridad requiere:

a) evaluar continuamente tu escala de valores, hasta que te empapes de ellos;

b) medir tus decisiones con los parámetros de la Palabra de Dios y cuando sea apropiado, discutirlas con alguien. Con ello, no sólo cimentas tus valores, sino que el hecho de rendir cuentas, te dará una mayor seguridad en las decisiones.

Cuando nuestras convicciones y nuestros impulsos chocan frontalmente, se crean problemas. Cuando todo nos sale como queremos, no nos cuesta vivir de acuerdo a nuestras convicciones, pero cuando llega «la hora de la verdad», esas convicciones nos van a demandar que hagamos algo que nos va a herir o a costar caro.

Las personas espirituales hacen lo que es correcto, sin importar cómo se sientan. Para actuar correctamente, no tienes que sentirlo primero, sino que actúas de acuerdo a las Escrituras, y de forma consecuente, y los sentimientos llegarán más tarde.

Por lo general, no se trata de decisiones heroicas, sino que las decisiones importantes suelen ser las de cada día. El carácter es como un muro; se construye ladrillo a ladrillo. Puede parecer que los buenos acaban últimos, pero eso se debe a que están corriendo en una carrera diferente. Al correrla tienes que detenerte de vez en cuando para examinar tu vida y para orar, como el salmista:

«Examíname, Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos. Ve si hay en mí camino de perversidad y guíame en el camino eterno». (Salmo 139:23-24).