VOLVED A JEHOVÁ, Y DECIDLE: QUITA TODA INIQUIDAD, ACEPTA LO BUENO (Oseas 14:2)

Vida Cristiana: Falsos Conceptos Espirituales

¿Qué hace que algunas personas bienintencionadas no corrijan sus pecados? ¡Tienen falsos conceptos espirituales! Fíjate a ver si reconoces alguno:

1) Las experiencias dolorosas son causadas por el destino; no tienen nada que ver con mis decisiones.

2) Dios es demasiado misericordioso para permitir que sufra consecuencias cada vez peores, o dejar que salga herido, con el fin de motivarme a no pecar.

3) La satisfacción que obtengo con el llamado pecado pesa más que los beneficios de dejarlo. Y además, mis pecados no hacen daño a nadie.

4) No puedo hacer nada por impedirlo. Es un problema con raíces en mi infancia, así que ¿por qué no derrama Dios de su gracia en lugar de imponer disciplina?

5) El hecho de que peque no significa que no pueda hacer cosas para Dios. Dios usa reglas torcidas, todos no podemos ser como Billy Graham.

6) Eso no es pecado, es sólo un rasgo de mi personalidad con el que estoy batallando.

Si te crees alguno de esos falsos conceptos, ¿eres de verdad consciente de su mensaje? En realidad estás diciendo: Mi pecado no tiene consecuencias. Dios no va a castigarme. Me gusta demasiado mi pecado como para dejarlo. Me he convencido de que no puedo dejarlo. Mi pecado no va a disminuir mi efectividad. Mi problema no es ni siquiera pecado.

Si te identificas con algo de lo anterior, desecha esas mentiras que te han mantenido prisionero de un dolor innecesario, y arrepiéntete. Cuando lo hagas, mirarás atrás, a tu antigua determinación de seguir en el lodo, te preguntarás cómo pudiste haber resistido la bondad del Padre durante tanto tiempo y te darás cuenta del alto costo que tuviste que pagar por ello.