NO ME ENVIASTEIS ACÁ VOSOTROS, SINO DIOS (Génesis 45:8)

Intervenciones divinas

¿Desconoces la dirección en la que Dios parece estar guiándote?

Jon Walker comenta:

Elegir hacer la voluntad de Dios antes de saber todos los detalles afianza nuestra confianza en su carácter.

Ahí es donde muchas personas entran en una batalla de voluntades, queriendo que Dios les revele primero su plan aunque no es así cómo Él opera. Dios quiere que decidas confiar en Él de antemano, creyendo que su voluntad es la mejor para tu vida. Él conoce tus vacilaciones y no se va a sorprender si dices:

No estoy seguro de si quiero dar un paso de fe, sin saber exactamente lo que va a pasar, pero voy a disponerme.

Una de las razones por las que Dios no te enseña el panorama completo es para que no te sientas abrumado ante la imposibilidad de la tarea. Pero ahí precisamente está la clave:

Tú solo, sin Él, no podrás nunca cumplir la misión encomendada.

Cuando José se reunió con sus hermanos en Egipto, les dijo:

Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios (Génesis 45:8).

• Los hermanos de José lo habían vendido como esclavo, pero Dios lo usó para preservar la raza judía.
• Los israelitas estaban en esclavitud, pero Dios envió a Moisés para conducirlos hasta la Tierra Prometida.
• Jesús murió en la cruz, pero Dios usó su muerte para salvar a un mundo perdido.

Oswald Chambers llama a Dios »El Gran Ingeniero», quien crea circunstancias para que se produzcan momentos de transcendencia divina, los cuales nos conducen a citas divinas.

Mira atrás en tu vida; trae a la memoria alguno de esos momentos en que cuando estabas al límite de tus fuerzas, Dios intervino y te sacó adelante.