Tiempo de reposo según la Palabra de Dios

ECHA SOBRE EL SEÑOR TU CARGA (Salmo 55:22)

Un caminante con dos mochilas encima iba por una carretera un día caluroso de más de 30ºC. Un camionero lo paró y le invitó a que subiera al camión. Cuando el conductor miró en su espejo retrovisor, vio que el caminante seguía de pie al lado de la cama del camión, agarrando sus mochilas. Quizás nos sonriamos, pero como señala Jon Walker, muchos de nosotros vamos de pie en el camión de la fe llevando nuestras cargas, creyendo que siempre deben ir con nosotros, no importa el tipo de sendero que tomemos.

Pensamos que Dios nos puede llevar a nosotros, pero no nuestras cargas. El salmista dijo: Echa sobre el Señor tu carga y Él te sostendrá (Salmo 55:22). Descansa en su poder y gracia seguro de que Él quiere lo mejor para ti. Para poder descansar, tienes que depender de Dios; uno de los síntomas de que no estás descansando en Él, es la preocupación, la necesidad de controlar. La próxima vez que te sientas abrumado, siéntate en un sillón. Estad quietos y conoced que yo soy Dios (Salmo 46:10). La orden de estar quietos proviene de la palabra «rapha», que significa «dejar ir, soltar, rendirse».

Ya te has resistido por demasiado tiempo; entrega tu carga al Portador de Cargas. Para ello, deberás hacer dos cosas:

Primero, aprende a decir «no». Si siempre estás disponible para todo, acabarás abarcando tanto que no serás bueno en nada. Jesús no trató de agradar a todo el mundo. «Él oraba, recibía las instrucciones de Dios y las seguía al pie de la letra. Dios te dará la gracia únicamente para hacer lo que Él te ha pedido, no lo que tú piensas que debes hacer o lo que a otros les gustaría que hicieras».

Segundo, busca un poco de soledad. Apaga tu móvil y tu tablet. La prueba de que tienes una mente en orden es que eres capaz de sentarte en silencio en un lugar y disfrutar de tu propia compañía.