“…JESUCRISTO…SIEMPRE CUMPLÍA SU PALABRA” (2 Corintios 1:19 Biblia en lenguaje actual)

¿Conoces a alguien que no ha cumplido sus promesas?

El cheque prometido que no llega, el obrero que no se presenta, tu enamorado que no llama. Puedes estar seguro de que las personas te van a decepcionar. Pero Dios no. “Jesucristo…siempre cumplía su palabra… y todas las promesas que… hizo se cumplieron” (2 Corintios 1:19-20 Biblia en lenguaje actual).

Saber eso te permite caminar por fe mientras espera a que se cumplan sus promesas. Dice James MacDonald:

“La incertidumbre nos aplasta. Dudamos, nos preocupamos, nos desesperamos, tambaleamos y caemos. Si supiéramos cuál va a ser el final, no habría ningún problema. Podemos aguantar un mal día, mes, una década, si sabemos cómo acaba todo. Una enfermedad, problemas maritales, incertidumbre acerca de un hijo.

Todos tenemos áreas en las que debemos aferrarnos a la Palabra de Dios. Él sabe lo que ha prometido, no puede mentir y no puede olvidar. Siempre llegará a tiempo. ¿Quién puede prometer algo así?

Me gustaría poder decirte que todo se va a resolver satisfactoriamente en esta vida, pero estaría mintiendo. Las promesas de Dios no sólo son para esta vida; debes tener en cuenta el factor de la eternidad. La eternidad da sentido a todo, la vida eterna y la seguridad del cielo es lo que hacen tan valiosas sus promesas.”

Victor Frankl, quien sobrevivió a los horrores del Holocausto, dijo: Una fe débil se debilita más por las catástrofes y las tragedias, mientras que una fe fuerte se fortalece en ellas.

Los niños de una clase de escuela dominical estaban memorizando el salmo 23, pero Pablito no conseguía pasar del primer versículo. Cuando llegó el día de la representación, tomó el micrófono, sonrió a la audiencia y anunció: ‘El Señor es mi Pastor –y eso es todo lo que sé.’ Y en realidad eso es lo único que necesitas saber tú también.