¿Alguna vez te has preguntado si las pequeñas cosas buenas que haces hacen la diferencia? A veces seguimos haciendo las cosas correctas en nuestra casa, en la escuela y en el trabajo; sin embargo, no siempre sentimos que sean importantes. Esto es muy difícil de entender cuando presenciamos a aquellos que consistentemente eligen las cosas incorrectas para hacer y parecen florecer más que nosotros. Debemos tener cuidado de no renunciar a ser fieles.

Proverbios 28:20 El Hombre Fiel Tendrá Muchas Bendiciones.

Dios está buscando a aquellas personas que son consistentemente fieles en pequeñas y grandes situaciones. Pablo escribió en Gálatas 5:9 que «un poco de levadura leuda toda la masa» Ya sea que la levadura sea buena o mala, resultará en una mayor medida del producto final.

Robar intencionalmente suministros de la oficina en el trabajo -incluso un solo lápiz- puede llevar al autoengaño de que robar cientos de dólares a una corporación no es gran cosa. Por otro lado, dar intencionalmente una pequeña cantidad mensual a una institución de caridad cristiana puede no parecer mucho, hasta que entendamos la enormidad de cómo Dios la usa para construir Su reino eterno. Sabemos que lo poco puede llegar a ser mucho en la mano del Padre.

Nuestra fidelidad es importante para Dios y recibiremos Su bendición en esta vida y en la venidera. La recompensa de Dios no siempre es evidente, pero su fidelidad es mucho mayor que la nuestra. Él puede o no puede confiarnos riquezas financieras; pero, no hay precio más alto que tener amor eterno, dulce paz o un grande gozo.

Como creyentes en Cristo Jesús, estamos obligados a ser gente de fidelidad. Nuestra devoción a Cristo es evidente en nuestra fidelidad en nuestras relaciones, carreras y ministerio. Si continuamos presionándonos a nosotros mismos para hacer lo correcto aunque luchemos con desilusión o cansancio, Dios plantará esa semilla de fidelidad para hacernos más parecidos a Su Hijo, Jesucristo.

Oración:
Amado Señor, ayúdame a avanzar hacia la fidelidad en todas las responsabilidades y dones que me has dado. En el nombre de Jesús, amén.