Salmo 107:6 Entonces clamaron a Jehová en su angustia, Y los libró de sus aflicciones.

La bondad de Dios está sobre nosotros todo el tiempo, lo sintamos o no. La Biblia enseña claramente: Por fe andamos, no por vista (2 Cor. 5:7). Nuestro Dios es bueno, y usa todo en nuestras vidas para nuestro propio bien. No debemos olvidar que para los que amamos a Dios todas las cosas les ayudan a bien conforme a sus propósitos. (Romanos 8:28)

Él es bueno para los que son Sus hijos, y misericordioso para los que están fuera de la fe.(Mateo 5:45)

¿Cuándo es Dios bueno?

Dios es bueno cuando la vida parece ser buena. Dios es bueno cuando la vida parece ser muy mala e injusta.

Dios es bueno cuando tenemos todo lo que necesitamos y queremos. Dios es bueno cuando sufrimos necesidades y nos preguntamos ¿qué vamos hacer?.

Dios es bueno cuando sentimos y conocemos el amor de la familia y los amigos. Dios es bueno cuando nos sentimos aislados y rechazados por la familia y los amigos.

Dios es bueno cuando sobra dinero para ahorros e inversiones. Dios es bueno cuando no hay suficiente dinero para pagar las cuentas y a los acreedores.

Dios es bueno cuando nuestros dones y llamados son usados para su gloria. Dios es bueno cuando nuestros dones y llamados parecen inadecuados para el momento y la necesidad.

¿Cómo puede Dios ser bueno cuando nuestra vida no va por el camino deseado?

Porque Él conoce nuestro futuro y propósito de vida aunque nosotros no lo sepamos. Él tiene un principio y un final para nuestras vidas en mente. Es Su voluntad que confiemos en Su bondad aun cuando no siempre entendamos el camino y sentido de la vida.

Los giros y vueltas de nuestras vidas pueden tomarnos desprevenidos, pero nunca son sorpresa para nuestro Dios. Su bondad llevó a Jesús a morir en la cruz para que no tuviéramos que sufrir por toda la eternidad. Aun cuando estemos asediados por la duda, nunca dudemos de la bondad de Dios.

Oración

Amado Señor, muchas veces siento que no estás cerca. Pero yo sé en mi corazón que Tú estás conmigo y que eres un buen Dios. Restaura el espíritu correcto dentro de mí para conocer y percibir Tu bondad. En el nombre de Jesús, amén.