Salmos 139:23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos

¿Alguna vez has tenido que trabajar con alguien que aparecía todos los días con una mala actitud?

Es como una nube gris que se posa sobre tu día. Aunque no siempre podemos conseguir que la gente cambie su actitud, tenemos el control total de nuestra propia actitud y sí será positiva o negativa para aquellos que están a nuestro alrededor. Como creyentes, se nos anima a tener la actitud de Cristo en todo momento en casa, en el trabajo, en la escuela y en nuestras comunidades.

Es mucho más fácil tener una buena actitud en la iglesia después de cantar una maravillosa canción de adoración que cuando alguien se te cruza de repente en la pista después del servicio. Es mucho más fácil tener una gran actitud cuando es viernes y día de pago que cuando es lunes por la mañana y su jefe está al teléfono para llamarle la atención.

Nuestras situaciones a nuestro alrededor siempre están cambiando, pero nuestra actitud puede elevarse por encima de ellas siempre y cuando permanezcamos conectados con Cristo.

Nuestra actitud está directamente conectada a qué pensamos sobre de Dios, de nosotros mismos y de los demás. Los pensamientos sombríos conducen a actitudes negativas que continúan una espiral descendente hacia los malos sentimientos, los celos, la envidia y el descontento general. Sin embargo, porque somos de Dios, podemos elevarnos por encima de la mentalidad equivocada para lograr la paz y la esperanza en medio de las desilusiones.

A veces tenemos que tomarnos un momento para salir de la alcantarilla del pensamiento negativo. A medida que volvemos a enfocar nuestros pensamientos en la bondad de Dios hacia nosotros a pesar de nuestros caminos, encontramos una renovada paz mental.

Cuando nos alejamos de la atracción del pensamiento negativo hacia la verdad de que Dios usa todo lo bueno y lo malo en nuestras vidas para Sus propósitos. Nuestro pensamiento girará alrededor de la gracia de Dios para proveer todo lo que necesitamos en Su tiempo perfecto.

Oración

Amado Señor, ayúdame a tener una mejor actitud cada día. Oro para que Tu Espíritu se manifieste con mayor presencia en mi vida para que muestre el verdadero gozo en el Señor. Amén.