¿Qué es la depresión posparto?

La mayoría de las mujeres creen que la maternidad es uno de los eventos más significativos de la vida. Pero el nacimiento de un bebé también es una importante transición que puede ir acompañada de una amplia gama de emociones.

Hay diferencias entre la «tristeza posparto» (se transmiten solos) y la depresión posparto (que es una enfermedad más grave).

La «tristeza posparto» es muy común después del parto y afectan a alrededor de 70 a 85 por ciento de todas las madres primerizas.

«La «tristeza posparto» es causada, en parte, por la cambios rápidos en las hormonas dentro del cuerpo de la mujer después de dar a luz.

La fatiga que viene con el restablecimiento después del parto y las exigencias de cuidar a un bebé. El nuevo bebé también contribuye a la «tristeza posparto.»

La depresión posparto (PPD, por sus siglas en inglés) es una enfermedad muy grave.

Una dolencia más grave con síntomas que puede afectar negativamente a la madre una vez que nazca su bebé. Estos síntomas pueden cambiar su comportamiento, personalidad y perspectiva. También afectan las relaciones con el padre, familiares y amigos.

El nacimiento de un bebé es un momento de gran alegría con nuestra sociedad idealizando la maternidad. Pero las mujeres también pueden encontrarse sintiéndose abrumadas, ansiosas, estresadas y frustradas.

Ellas pueden incluso tener sentimientos negativos hacia sus hijos y se sienten confundidas y culpables. Muchas nuevas madres se avergüenzan de admitir estos sentimientos.

Es posible que sientan que son una «mala madre» por tener tales pensamientos. Y así sufren en silencio.

Síntomas de de la Depresión Posparto

Al menos una de cada diez madres primerizas experimentan varios grados de depresión posparto. Estos sentimientos pueden ocurrir en cuestión de días después del parto o aparecen de forma gradual, a veces hasta un año o más después.

Los síntomas pueden incluir:

– Pereza, fatiga, cansancio
– Tristeza, depresión, desesperanza, inutilidad
– Trastornos del apetito y del sueño
– Mala concentración, confusión
– Pérdida de memoria
– Preocupación excesiva por el bebé
– Llanto incontrolable, irritabilidad
– Falta de interés en el bebé
– Culpa, insuficiencia, inutilidad
– Miedo de lastimar al bebé o ti misma
– Altos y/o bajos exagerados
– Falta de interés en el sexo

¿Cuándo pedir ayuda médica?

Los médicos a menudo no discuten ni preparan a las mujeres embarazadas sobre el cambio en sus hormonas, la falta del sueño
o un bebé con cólicos, lo cual puede causar un problema en las emociones.

Estas emociones y los cambios antes y después del parto son comunes. Los síntomas pueden variar de enfermedad muy leve a muy grave llamada «psicosis posparto». Este afecta a menos del 1% de las madres primerizas pero requiere una intervención inmediata.

Los esposos, parejas y familias pueden ser afectados por la depresión posparto también.

Los hombres también necesitan buscar tratamiento si tienen síntomas que interfieren con su vida cotidiana. A pesar de toda la anticipación, la realidad de la responsabilidad por este nuevo bebé puede ser abrumadora.

Mujeres que están experimentando los síntomas de la depresión posparto deben ponerse en contacto con su profesional de la salud y obtener un evaluación médica completa, incluyendo un examen de tiroides.

Un médico experto puede abordar estas preocupaciones y determinar si la evaluación o el tratamiento adicional es indicado. Algunas opciones de tratamiento incluyen medicamentos, grupos de apoyo o otros tipos de terapia de conversación.

El papel de la Iglesia o Congregación

La mayoría de las iglesias compartirán la alegría del nuevo bebé. Por lo general, hay tarjetas de felicitación, un capullo de rosas puede ser puesta en el altar el siguiente Domingo. Además de ofertas de apoyo pueden llegar la semana después del nacimiento.

Los hermanos preguntan a la madre cuando pueden verla o verlo en la iglesia, y a menudo se hacen planes para la presentación en los primeros meses después del nacimiento.

Es rara la iglesia que se enfoca en las consecuencias emocionales del postparto.

No tengas miedo de pedir ayuda durante este tiempo. Si la familia, amigos y miembros de la iglesia preguntan cómo pueden ayudar, consideren darles pequeñas tareas para realizar.

Tareas como traer comidas, tareas domésticas, ir al mercado, ayudando en ocuparse de los otros niños.  Es saludable hablar con ellos sobre estos síntomas y que puedan pasar un tiempo contigo.

Las Oportunidades de una Iglesia de Fe Cariñosa

Su congregación puede ayudarle a usted y a su familia:

– Obtener información acerca de la síntomas de depresión
– Ayudar a las familias para que sepan que está bien hablan de estos temas
– Disponer de información adecuada a la comunidad sobre profesionales que pueden ayudar
– Capacitar a los «líderes» a ser asignados a las nuevas familias para socorrer las
– Proporcionar apoyo espiritual y seguridad

Muchos padres eligieron los rituales de su fe para dar la bienvenida a su bebé en la familia de la iglesia. Rituales puede incluir una bendición, una dedicación u otra ceremonia donde los padres y la familia prometen criar al niño en la misma fe.

Generalmente los padres esperan a que el niño sea mayor para profesar su propia fe, la iglesia en este tiempo debe afirmar que cada niño, sabiendo que cada uno de nosotros es único y precioso a los ojos de Dios.

Dios ya está actuando en la vida de cada niño incluso antes de que el niño se dé cuenta. El mismo Dios está presente en las vidas de ellos así estemos al tanto de o no. Cada persona es conocida por su nombre y amado incondicionalmente por nuestro Creador.

La iglesia debe ser un «vaso de esperanza» y seguridad del cuidado de Dios, presencia y compasión cuando pasamos por tiempos difíciles. Este conocimiento puede sostenernos a través de nuestros tiempos de miedo, incertidumbre y confusión.

La promesa de Dios de nunca dejarnos solos es un ejemplo de su «asombrosa gracia».