EL CAMBIO QUE DEBEMOS TENER

INTRODUCCION:

El día de hoy analizaremos la importancia del cambio en nuestras vidas. Cuando no cambiamos jugamos con la misericordia de Dios. Uno de los ejemplos que trataremos será el de Salomón, veremos que sabía ese rey sabio que nosotros debemos conocer, así como también, abordaremos otros ejemplos a objeto de reforzar lo que Dios nos quiere enseñar.

DESARROLLO:

Veamos tres (3) ejemplos:

1) Rey Salomón y Simei

En 1 Reyes 2:1-2, 8-9 y 1 Reyes 2:13-17,22, en este pasaje encontramos que el Rey David cuando fue depuesto por su hijo Absalón como rey de Israel, se encontraba huyendo y, de repente le salió al encuentro un hombre de la familia de la casa del rey Saúl, Simei hijo de Gera, este no solo maldijo al rey David sino también a su familia, posteriormente todo cambio porque Absalón fue muerto en batalla y el reino le fue devuelto a David y, Simei al ver amenazada su vida salió a recibir al rey David, aparentemente arrepentido, porque esta vez salió a felicitarlo y bendecirlo, donde, un valiente del ejército del rey David le aconsejó al rey David que lo matara, sin embargo, sucedió algo inesperado, el rey David le juró a Simei que no lo iba a matar, porque ese era un día de júbilo (2 Samuel 19:22). 

Pasaron los años y llegó la hora de la muerte del rey David y este le entregó el reino a su hijo Salomón y, es cuando entre otras cosas le encomienda a su hijo una “TAREA O MISION”, ¿Cuál? 2 Reyes 2:9”…”, le dice claramente que debía matar a Simei, porque el lo había maldecido tiempo atrás, el rey David le hizo entender a Salomón que él era un hombre sabio y sabía lo que tenía que hacer con Simei, imagínense la misión que su padre, un hombre de Dios le encomendó, cualquier rey pagano simplemente para cumplir esto lo hubiera mandado a matar de una vez o, le hubiera tendido una trampa, lo habría acusado falsamente, en fin, son muchos los caminos con el poder de un rey para matar a alguien, pero, Salomón tenía que obrar de acuerdo a las leyes de Dios, debía echar mano de la sabiduría de Dios, ¿que hizo entonces Salomón?, 1 Reyes 2:36-38, Salomón obro con sabiduría, por lo tanto no se afanó, ni se angustió, simplemente le dijo a Simei que no lo iba a matar siempre y cuándo no saliera de su casa y, ¿qué sucedió?, pasados tres años Simei salió de su casa a buscar a unos siervos, lo cual llegó a oídos de Salomón, el cual le recordó a Simei que había desobedecido una orden directa del rey y debía morir en consecuencia, y lo mató, entonces, ¿QUE ERA LO QUE CONOCIA EL SABIO SALOMÓN PARA OBRAR ASI?, Salomón sabía que cuando una persona no cambia tarde o temprano vuelve a lo mismo, Simei volvió aparentemente arrepentido después de maldecir al rey David, pero Salomón demostró que no se había arrepentido, ¿como se pudo salvar Simei de esa condenación?, ARREPINTIENDOSE Y CAMBIANDO, Simei echó a la basura la misericordia del rey David, lamentablemente muchos tal vez no le ponen suficiente atención a la misericordia de Dios, al favor de Dios en sus vidas, porque cuando salen de un determinado problema continúan siendo los mismos.

Algunos han estado a punto de perder trabajos, ministerios, familias, propiedades y, de repente han recibido misericordia y perdón del jefe, esposo (a), pastor, autoridad y, no obstante, persisten en el mismo comportamiento, pero el día de la pérdida puede llegar, si jugamos o menospreciamos la misericordia y el favor de Dios podemos perderlo todo, lo que somos siempre se reflejará. Impresionante la sabiduría de Salomón, como Mike Murdock dice:

“La paciencia le da tiempo a tu enemigo para que cometa el error” y “la paciencia obliga al engaño a rebelarse”.

2) Rey Salomón y Adonías

1 Reyes 1:5, 51-52, 1 Reyes 2:13-17,22 “. Un poco antes que Salomón recibiera el reino, su hermano Adonías se rebeló y se proclamó rey, pero, esta rebelión no prosperó y el Rey Salomón aún cuando su hermano merecía la muerte lo perdonó, pero, pasado el tiempo Adonías pidió casarse con Abisag la sunamita, que había sido concubina de su padre el rey David, esto aparentemente era algo inocente, sin embargo, Abisag formaba parte del harén del rey David, que era considerado propiedad real y debía ser traspasado a su sucesor, es decir, a Salomón, por esto cuando Absalón le quitó el reino a su padre David, tuvo relaciones a la vista del pueblo con las concubinas de su padre para que la gente supiera que la rebelión era verdadera, en 2 Samuel 12:8 ”…”, Salomón perdonó la rebeldía de Adonías, pero, él insistió en lo mismo, mandó a la madre de Salomón a que intercediera para que le dieran a Abisag como mujer, lo que Salomón inmediatamente reconoció como una rebelión, y seguidamente lo mandó a matar, aquí encontramos otra persona que jugó con la misericordia de Dios y terminó muerto, ¿cómo se hubiese salvado Adonías después de su rebelión aún cuando merecía la muerte?, ARREPINTIENDOSE Y CAMBIANDO, ¿de cuántas cosas nos hemos “SALVADO” hasta hoy y todavía persistimos en los errores?, ¿hasta cuando abusaremos de la misericordia de Dios?, debemos cambiar, el cambio viene de estar en la presencia de Dios cada día, la resistencia al cambio trae estancamiento y muerte (espiritual, e incluso física).

3) Judá

Ahora veremos un ejemplo de una persona que si cambió y su futuro fue glorioso, Genesis 38:1”…”, en este capítulo nos damos cuenta que Judá se apartó de su familia, ¿por qué sucedió esto?, Genesis 37:3,11,28, 32-34, en este pasaje encontramos como José hijo de Jacob fue vendido como esclavo a Egipto por la envidia de sus hermanos, pero, fue Judá el que propuso que vendieran a José, fue el autor intelectual, es decir, Judá se apartó por la culpa, por el grande error cometido lo cual le trajo gran aflicción a su padre Jacob, durante esos años de separación Judá la pasó mal, murieron dos hijos suyos y, por engaño embarazó a su nuera, pasado el tiempo volvió a su familia y hubo hambre en la tierra, entonces Israel (Jacob) envió a sus hijos a Egipto a comprar alimentos y, resulta que el Gobernador en Egipto era José su hermano al cual ellos habían vendido como esclavo, cuando se presentaron a José él los reconoció pero ellos a él no, entonces como José era sabio los probó para ver si habían cambiado y, les dijo que se devolvieran a su tierra y que trajeran a su hermano menor Benjamín, el cual se había quedado con Jacob y dejó preso a Benjamín en Egipto, pero, en:

Genesis 43:8-9”…” y Genesis 44:31-34”…”, el hambre continuó y había que volver a Egipto a buscar alimentos y José como Gobernador les dijo que sólo soltarla a Simeón y les daría alimentos si llevaban a Benjamin el hijo menor, el pasaje dice que Judá el que años antes había cometido el error, ahora se colocaba como intercesor ante su padre Jacob, es decir, después de años Judá prefirió quedar como esclavo y no que su padre sufriera nuevamente. Judá con su comportamiento demostró que había cambiado, el error de Judá Dios lo utilizó para tratarlo en su corazón y hacerlo una mejor persona, Judá al contrario de Simei y Adonías cambió, aprovechó las nuevas oportunidades que Dios da.

Gn.46:28 “y envió Jacob a Judá delante de sí a José, para que le viniese a ver a Gosén, y llegaron a la tierra de José”, después de todo esto Judá se ganó el respeto y la confianza de su padre y de sus hermanos, ahora su padre lo tomaba en cuenta para los asuntos familiares, es decir, pasó de la vergüenza a la honra, eso es lo que quiere Dios hacer contigo, no importa el error, o como te hayas sentido por años, incluso si has estado apartado o escondiéndote, Dios te dará otra oportunidad, su misericordia nuevamente estará contigo.

MINISTRACION:

Genesis. 49: 8-11 “Judá, te alabarán tus hermanos: Tu mano en la cerviz de tus enemigos; los hijos de tu padre se inclinarán a ti”. ¿Cómo quieres terminar? ¿como Simei, Adonías o Judá?, para terminar como Simei y Adonías, solo hay que sentir remordimiento y no buscar en Dios un cambio y, lo que se requiere para terminar como Judá es un verdadero arrepentimiento y buscar la presencia de Dios todos los días de nuestra vida. Recuerda el ejemplo de Salomón, el sabía que si una persona no se arrepentida y cambiaba de verdad tarde o temprano haría no mismo, no juguemos con la misericordia de Dios, cualquier cosa que menospreciemos, que no valoremos, que la critiquemos, se alejara de nosotros, llámese familia, empleo, prosperidad, amistades, entre otros. Cambiemos porque viene lo mejor. Bendiciones eternas.