EL CAMPO DE BATALLA PRINCIPAL EN LA VIDA CRISTIANA

Siglos atrás, se ha hecho referencia al corazón como una fuente de virtud, amor e inteligencia. Muchas culturas antiguas, incluyendo los sumerios, los egipcios, los babilonios y los griegos afirman que el corazón es el órgano principal, responsable de influir y dirigir las emociones y el proceso de la toma de decisiones. Se encuentran perspectivas semejantes en muchas religiones.

Aún con estas tradiciones y metáforas innumerables tales como, “Te amo con todo mi corazón”, nos han enseñado a muchos de nosotros que el corazón es sólo un músculo que bombea la sangre y mantiene la circulación.

Los neurocientíficos han descubierto que el corazón tiene su propio sistema nervioso—un sistema complejo llamado “el cerebro en el corazón”. Hay al menos 40.000 mil neuronas en el corazón—y se encuentra la misma cantidad en los centros sub-corticales del cerebro.

El corazón se comunica con el cerebro y el resto del cuerpo de tres maneras:

1) Neurológica (por transmisiones de impulsos nerviosos).

2) Bioquímica (por hormonas y neurotransmisores).

3) Biofísica (por ondas de presión).

Además, evidencia científica creciente indica que el corazón pueda comunicarse con el cerebro y el cuerpo por una cuarta manera, la energética (por interacciones de campos electromagnéticos). Por medio de estos sistemas de comunicación que envían constantemente al cerebro unas amplias señales emotivas e intuitivas, el corazón ejerce una influencia importante sobre la función del cerebro.

Estos datos científicos demuestran claramente por qué el objetivo de Satanás es atacar el mero centro de tu existencia— la parte más intima de tu ser—tu corazón y mente. Para explicar la fuente de la profanación del hombre y donde se desarrolla el pecado, Jesús dijo:

Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre. (Marcos 7:21-23 Biblia Reina Valera 1960)

Tu corazón y mente están intrincadamente relacionados. Es esencial entender la relación entre ellos para luchar con éxito en este campo principal de batalla espiritual.