Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma (Deuteronomio 10:12).

¿Qué te pide Dios En Este Momento? ¿Qué Dice La Biblia?

Hace algunos meses estábamos en la casa de mi suegra por unos días, no esperábamos visitas en ese final de semana, pero llego una prima de mi esposa con su novio dándonos la noticia que iban a casarse. El novio estaba con síntomas gripales y en la euforia de la tarde todos nos abrazamos y besamos. Pasaron de 2 días y uno a uno en la casa fueron cayendo con fiebre, vómitos, dolor de cabeza, desde los más pequeños hasta los más adultos.

Yo guardaba la fe creyendo que todos estarían bien y que a mí no me afectaría, además en medio de una pandemia corriendo, todos estaban con miedo que fuese COVID-19. En la noche, sentí mi cuerpo con muchos dolores y fiebre que llegaba a los 40 graos, para mí era una situación que parecía de muerte.

Pienso que nunca me sentí tan mal, así fueron los 2 primeros días, pues era fiebre, dolor de cabeza y malestar en todo el cuerpo, además no conseguía ni tomar agua y mucho menos comer. Me sentía morir y hasta estaba firmando mi testamento, ya que los dolores eran insoportables y nadie sabía lo que era.

Confieso que algunas veces mantener la fuerza y la fe en medio de una enfermedad es agotador. Así que, en algunos momentos de fiebre y dolores muy fuertes, escuchaba como mis pensamientos decían: «Dios, creo que ninguno de mis amigos está pasando por estas pruebas que desafían la fe. ¿No estás pidiéndome mucho Señor?».

Esto me hizo recordar una vez cuando conversaba con un joven de la iglesia y él me decía que la vida cristiana era muy sacrificada. Cuando le pregunte ¿Por qué? Me dijo: «Pastor es que Dios pide mucho». Lo miré por un momento y le dije: «Estás equivocado, Dios no pide mucho, Dios quiere todo».

¿Qué nos pide Dios?

Lo que Dios nos pide está resumido claramente en el libro Deuteronomio: ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma (Deuteronomio 10:12).

Lo que Dios pide es, todo. «Si nos creemos y sentimos como mártires ante las terribles pruebas, quizá es porque nos estamos concentrando mucho más en lo que Dios nos pide, que en lo que Dios nos ha dado».

¿Es «todo» mucho para ti? Piensa en lo que Dios te ha dado. ¿Ha guardado algo Dios de ti? ¿Hay algo que él no te haya dado? ¡Claro que no! La verdad es que nos dio más de lo que la palabra todo significa. Mira lo que dice la Biblia: «El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?» (Romanos 8:32).

Cuando atravesemos por momentos de debilidad en la fe y andemos por esos valles de sombra de muerte, recordemos que Dios nos ha prometido poder para ayudarnos a hacer todo lo que nos pide. Aunque esto signifique más de lo que estamos dispuestos a darle.

Deseo orar contigo: Mi Dios, en tu amor entregaste todo lo que tenías en el cielo, a Jesús, él dio su vida por nosotros. Hoy entiendo que me pides que haga lo mismo. Te alabo porque me has dado el poder de servirte, en espíritu, alma y cuerpo. Así que, toma mi vida Dios y conságrala para ti. En el nombre de Jesús. Amén.