¿Las Pruebas Y Las Tentaciones En La Biblia Son Iguales? ¿Cuáles son sus diferencias?
El escrito, autor y teólogo C. S. Lewis dijo: “Nadie sabe lo malo que es hasta que se ha esforzado bastante por ser bueno”. La tentación es una experiencia común para todos los cristianos. Estar muertos al pecado no quiere decir que el deseo de pecar este muerto dentro de nosotros. Así que la gran pregunta no es si seremos tentados en algún momento de nuestras vidas, sino cuando seremos tentados y cuál será nuestra respuesta al pecado.
En nuestra batalla contra la tentación debemos de reconocer que la tentación vendrá de 2 flancos: Desde dentro y desde fuera. El apóstol Santiago dice: si no que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido (Santiago 1:14). El pecado aún puede de atraer aquellos que están en Cristo y son muertos al pecado. Pero el apóstol Santiago nos dice que Dios no será jamás el origen o la fuente de la tentación. Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie (Santiago 1:13).
Hay que preguntas que son más que ridículas cuando hablamos sobre el pecado. En algunas oportunidades he escuchado a algunas personas decir que a veces es la voluntad de Dios que pequemos. Esto está totalmente fuera de la verdad, porque nunca será la voluntad de Dios que caigamos en pecado.
Dios puede en su voluntad permisiva aceptar que los cristianos enfrentemos pruebas (Santiago 1:2). Lo interesante aquí es resaltar la raíz griega de estas palabras que tienen el mismo significado. Aunque Santiago aclara que la tentación viene de 2 fuentes y con 1 propósito específico: Nuestro fortalecimiento. Pero él dice que la tentación no viene de Dios.
Hay una enorme diferencia entre pruebas y tentaciones. Cuando pensamos en las pruebas, “deberíamos entenderlas como las circunstancias difíciles que vienen sobre todas las personas, como en las adversidades específicas que los cristianos deben librar como resultado de su fe”.
Como cristianos nacidos de nuevo, experimentamos los mismos problemas en la vida que todos los demás. Pero también hay desafíos únicos que se nos presentan, deferentes de los demás, porque seguimos y servimos a Cristo. Dios usa la presión de estas circunstancias duras para cambiar nuestro carácter y edificar nuestra fe (Santiago 1:4).
Las pruebas y las tentaciones no tienen el mismo significado en la Biblia, es más, no son lo mismo. Cada una de ellas, exigen dos respuestas muy distintas. La Biblia dice que, cuando enfrentes las pruebas, debes regocijarte por ser participante de los padecimientos de Cristo. Las tentaciones no provienen de Dios y si de satanás, estas tiene un solo propósito, y es el destruir tu vida para abortar el propósito de Dios. Pero cuando enfrentes las tentaciones de pecar, debes huir y correr despavorido como José ante la mujer de Potifar.
Por favor ora conmigo esta mañana:
Amado Padre, la vida que hoy en día no es fácil. Las guerras, rumores de guerra, crisis sociales, políticas, financieras, pandemias, etc. Pero confiamos en tu palabra, la Biblia nos dice para regocijarnos en medio de las pruebas y que huyamos de tentaciones seductoras. Te pedimos que con tu gracia y misericordia, nos cambies, para saber responder correctamente delante de cualquier situación que se nos presente. Que tu gloria vaya en frente y tu paz en nuestro corazón. Te lo pedimos en el nombre poderoso de Jesús, amen y amen.
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