¿Es Malo Criticar Según La Biblia? ¿Qué dice la Biblia sobre Las Personas Que Juzgan o Critican?

“Porque locamente hemos actuado, y hemos pecado..” (Números 12:11).

Si eres de los que piensan que criticar a los demás es solo ejercer tu derecho a la libertad de expresión y no es nada de más, para ahora mismo donde estás y analiza estos 4 principios. En la Biblia los vemos reflejados en la historia de Moisés, Aarón, y María, así que vemos rápidamente estas cosas que ocurrieron en esta situación.

1) Dios lo vio como un grande pecado cuando Aarón y María criticaron a Moisés por casarse con una mujer etíope.

Hirió a María con lepra, y Aarón se arrepintió rápidamente: “Porque locamente hemos actuado, y hemos pecado”. Sí, Dios sanó a María, pero no antes de que ella se arrepintiese y fuera avergonzada públicamente. Después de ver lo que sucedió con María por criticar a Moisés, no puedes pensar que la crítica es solo un «pecadillo» el cual Dios no toma en cuenta.

2) Una actitud de crítica te hará un daño tremendo en tus relaciones

“Entonces el Señor le dijo a Moisés… »Sea echada fuera del campamento por siete días, y después volverá a la congregación” (v.14).

La lepra era contagiosa y los que la tenían eran separados de los demás. Hay una lección importante aquí. Cuando se te conoce por una actitud a la crítica, la gente se distanciará de ti y te evitará. Es un problema de confianza; saben que si les hablas a ellos de los demás, les hablarás a los demás de ellos, simple fórmula inversa.

3) Una actitud de crítica obstaculiza el progreso de todos

“Así María fue echada del campamento siete días; y el pueblo no pasó adelante hasta que se reunió María con ellos.” (v.15).

¿Alguna vez has participado de un trabajo en el que una persona que criticaba destruyó la eficacia y obstaculizó el progreso de todo el grupo?

4) Una actitud a la crítica daña tu relación con Dios

“¿Señor, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón. El que no calumnia con su lengua, Ni hace mal a su prójimo, Ni admite reproche alguno contra su vecino… El que hace estas cosas, no resbalará jamás.” (Salmo 15:1-3,5).