¿Cómo Dejar De Preocuparte Y Confiar En Dios? ¿Qué Dice La Biblia?

«Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias» (Filipenses 4:6).

Pablo escribe: «Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús» (vv. 6-7).

La preocupación es como sentarse en una mecedora; siempre está en movimiento y te mantiene ocupado, pero en realidad nunca te lleva a ningún lugar. De hecho, si lo haces por mucho tiempo, ¡te agota! Por eso debemos aprender a «llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo» (2 Corintios 10: 5).

Un médico influyente dice que creamos unos treinta mil pensamientos al día, y una vida de pensamientos descontrolada puede crear un ambiente perfecto para que prosperen las preocupaciones innecesarias. La causa de la preocupación es simple: «es la renuencia a confiar en que Dios se encargará de las diversas situaciones de nuestra vida».

La mayoría de nosotros nos hemos pasado la vida intentando ocuparnos de nosotros mismos, así que lleva tiempo -mucho tiempo- aprender a confiar en Dios. Y la única manera de aprenderlo es haciéndolo. Cada vez que oras y entregas el problema a Dios, experimentas su fidelidad. Así te resultará más fácil confiar en Él la próxima vez. Y cuando se trata de los problemas de la vida, siempre habrá una «próxima vez» no lo dudes.

Así que cada vez que te sientas ansioso, declara creyéndolo en el corazón: «Confío totalmente en Dios; no tengo por qué preocuparme». Cuanto más pienses en esta verdad, más te darás cuenta de que prefieres la confianza a la preocupación.

Deseo dejarte algunos versículos bíblicos para tu lectura devocional de hoy: Levítico 4-5, Mateo 24:29-51